Mueren más de 30 personas tras chocar dos trenes en el centro de Egipto

Al menos 32 personas han muerto y más de 60 han resultado heridas este viernes tras colisionar dos trenes en el distrito egipcio de Tahta, en la provincia de Sohag (centro), según confirmó el Gobierno del país africano.

El Ministerio de Sanidad indicó que al lugar han sido enviadas más de 35 ambulancias para trasladar los cadáveres y a los heridos a hospitales de la zona, sin que por el momento se descarte que el balance de víctimas mortales pueda aumentar.

La autoridad ferroviaria explicó que un tren embistió a otro que se había detenido en la vía después de que fueran activados los frenos de emergencia. Más de 30 ambulancias han trasladado a las víctimas a varios hospitales cercanos.

El accidente tuvo lugar a las 11.42 hora local cuando el tren 2011 Asuán – El Cairo chocó contra la parte trasera del último vagón del tren 157 Luxor – Alejandría, que estaba parado en la vía después de que “personas desconocidas” que viajaran en el primer tren activaran los frenos de emergencia, según ha informado la Autoridad de Ferrocarriles egipcia.

El impacto, que tuvo lugar entre las estaciones de Al Maragha y Tahta, provocó que volcaran los dos últimos vagones del tren 157. La Fiscalía Administrativa ha ordenado el inicio de “una investigación urgente” sobre el accidente ferroviario, ha informado la agencia de noticias oficial egipcia, MENA.

Egipto ha sido escenario de numerosos accidentes de tren durante los últimos años, algunos de ellos en pasos no señalizados, lo que ha provocado críticas de la población en torno a la seguridad de la red, en parte por la ausencia de un mantenimiento adecuado.

Largo historial de accidentes

Egipto tiene una de las redes ferroviarias más antiguas y más grandes de la región y los accidentes son comunes. Según datos oficiales recogidos por AP, en 2017 se produjeron 1,793 accidentes de tren en el país.

El 27 de febrero de 2019 murieron 22 personas y al menos 40 resultaron heridas en la estación central de El Cairo, después de que un conductor abandonara su locomotora, que ganó velocidad y acabó chocando contra una barrera de hormigón situada al final de la vía del tren, atropellando a los viajeros.

Después de esa tragedia, el entonces ministro de Transporte, Hisham Arafat, presentó su dimisión y fue sustituido por un militar, el general Kamel al Wazir, que contó con el apoyo de Al Sisi. El presidente prometió entonces un plan para mejorar los ferrocarriles, con la compra de nuevos trenes y vagones además de la utilización de un sistema automatizado.