Mototaxis, en auge por rapidez y economía

Desde hace varios años, y de manera discreta, se viene prestando en la ciudad capital un servicio de transporte en vehículos de dos ruedas, la mayoría de las veces de manera informal, que cada día cobra más fuerza debido a la inmediatez con que llegan de un punto a otro y por los bajos precios. Se están convirtiendo en una alternativa de transporte en una metrópoli con un servicio de transporte público pésimo, lento e inseguro. Y es también  una válvula de escape ante el desempleo que agobia al país.


Rodrigo Pérez rperez@cronica.com.gt


¡Mototaxi! ¡Mototaxi!, gritan a las personas que apresuradas y afanosas bajan de los autobuses de transporte colectivo, en la 18 calle de la zona 1. A la par de ellos están sus motocicletas y a cada lado del timón hay un casco para el piloto y copiloto. Y cuentan también con capas impermeables para que los pasajeros no se mojen con las lluvias de la temporada.

Son las siete de la mañana y un grupo de seis motociclistas ofrece llevar en poco tiempo a los rostros preocupados porque les agarró la tarde, a sus lugares de trabajo o centros de estudio. El precio es relativamente bajo y negociable. El servicio que prestan tiene molestos a los taxistas de automotores de cuatro ruedas, porque les quita clientela; y a la comuna capitalina, que vocifera que el servicio es ilegal porque no está autorizado y regulado y además advierte que los que sean identificados, algo que es muy difícil, serán sancionados.

Por eso ninguna de las motos está rotulada como mototaxi, cuenta uno de las motoristas que se niega a darnos su nombre y solo prefiere ser identificado, entre risas, como Tizoc. La cantidad de personas son más de lo que uno puede imaginar —se estima que hay unas 500— y llevan más tiempo de operar del que uno se imagina —hasta ocho años—.

A lo largo y ancho de la 18 calle hay varios grupos. También en el Parque Colón, en la zona 1, en el Obelisco, Pamplona, en varias colonias de la zona 18, en la salida de la Central de Mayoreo (Cenma) de la zona 12. Así como en la Bethania, en la zona 7.

¿Cómo surgió la idea? Más que todo por la necesidad de trabajo, está dura la situación del desempleo, aparte que por la edad ya no le dan trabajo a uno, de 35 años para arriba en las empresas ya no nos topan. También por el estudio. Así responde Tizoc, al ser preguntado por qué llega todas las mañanas a la 18 calle a presar este servicio de transporte.

Mucha demanda y bajo precio

Mototaxis

Varios consultados coinciden en que los mejores días son los lunes y viernes, en horarios que van de 6:00 a. m. a 9:00 a. m. Después, la marea baja considerablemente y se vuelve a incrementar de 4:00 p. m. a 6:00 p. m.

La mayoría de carreras que piden los clientes son para las zonas 9, 10, 13, 14 y 15. En menor medida para la Universidad de San Carlos de Guatemala y las zonas 8 y 12. La rapidez con que llegan a esos destinos es una de las características por las que la demanda crece día con día. Al Obelisco llegan en 10 minutos o 15 si el tráfico vehicular está más pesado que de costumbre. A la Universidad de San Carlos, saliendo de la 18 calle, llegan en 20 minutos.

Vamos a todos lados. Pero por la inseguridad, no entramos en calles y lugares peligrosos. Solo los llevamos a los bulevares, cuenta un compañero de Tizoc, que se niega a identificase, porque, dice, puede ser extorsionado por pandilleros o ser sancionado por la Municipalidad de Guatemala.

El poco tiempo que hacen los mototaxis en llegar de un punto a otro, sin embargo, es solo uno de los atractivos que atrae a los clientes.  Una carrera al Obelisco o Los Próceres llega a costar Q20 y a Okland Q15. Con esos precios, además del tiempo, no pueden competir los taxistas tradicionales.

Nos perjudican un montón porque la gente busca lo rápido y barato. Nos cuesta agarrar pasaje. La municipalidad capitalina debe verificar que cumplan con medidas de seguridad para los pasajeros y, además, no tienen autorización para operar, afirma Tania, una mujer que maneja un taxi rotativo tradicional —de cuatro ruedas— desde hace cinco meses, en la ciudad capital.

Negocio rentable

Mototaxi 3

Bruce Herrera es dueño de la empresa el Rapidito, que en las horas de mayor demanda presta el servicio de transporte en motocicleta y el resto del día se dedica a labores de mensajería.

Empecé con la empresa en 2011, atendiendo a amigos y conocidos. Cuando se fue incrementando el tráfico vehicular, identifiqué que la camioneta o taxi normal de cuatro ruedas no le permitía a las personas la rapidez para llegar tiempo a su lugar de destino, afirma Herrera, mientras hace algunas pausas para atender a clientes que llaman a su oficina para solicitar algún servicio y coordinar con sus empleados la entrega de alguna encomienda.

Los lunes y viernes afirma que, en promedio, presta 80 servicios de mototaxi y el resto de la semana no baja de 50. La cantidad no disminuye en invierno, sino que, por lo contrario, tiende a incrementarse, debido a que con las lluvias el tránsito de automotores se hace más lento.

Empecé con cuatro motos y ahora tengo 15 para el turno de la mañana, porque la demanda del servicio es mucho mayor, debido a que la gente va corriendo a sus trabajos, afirma el empresario que dice dar empleo a 17 personas, de las cuales ocho laboran a tiempo completo y nueve de manera parcial.

Las damas son las que más demandan el servicio de mototaxi. El 70 por ciento de nuestros clientes son mujeres. Ha de ser porque les agarra la tarde con más frecuencia, debido a que antes de salir al trabajo deben alistar al niño para que vaya a la escuela, tienen que darle desayuno al esposo y luego deben arreglarse, comenta Herrera y estima que en toda la ciudad hay unas 500 motos que prestan este servicio.

El éxito del negocio lo sintetiza de la siguiente forma: rapidez y precios bajos y competitivos. No hacemos tráfico como un carro o camioneta y somos económicos porque nuestras tarifas son más bajas que un taxi de cuatro ruedas, concluye argumentando Herrera.