México niega haber recibido petición de EE. UU. para retornar migrantes por COVID-19

El gobierno mexicano negó este martes que haya recibido una solicitud «formal» por parte del gobierno estadounidense de enviar a México a migrantes indocumentados a causa de la propagación del nuevo coronavirus.

Medios estadounidenses reportaron el martes que el presidente estadounidense, Donald Trump, planeaba expulsar de inmediato a México a todos los migrantes que crucen de manera ilegal a ese país sin ningún período de detención ni el debido proceso a causa del COVID-19.

Pero la cancillería mexicana señaló, en un comunicado, que en caso de recibir «formalmente» dicha propuesta, ésta sería analizada.

«El Gobierno de México analizará sus alcances y actuará de manera soberana, en defensa de sus intereses, considerando, entre otros, la salud pública y los derechos humanos», precisó la cancillería mexicana en el documento.

Según medios estadounidenses, con esta medida, que se anunciará en 48 horas, el gobierno de Estados Unidos busca evitar un contagio del COVID-19 dentro de los centros de detención para inmigrantes de la zona limítrofe con México que pueda afectar a agentes fronterizos, dejando desprotegida la frontera.

En respuesta, la cancillería de Mexico afirmó que sigue «estrictamente» los protocolos dictados por la Organización Mundial de la Salud para delimitar los impactos negativos del COVID-19 y «colabora con las autoridades internacionales para mitigar el contagio de esta pandemia».

Más de un centenar de personas han fallecido a causa del nuevo coronavirus en Estados Unidos, según un recuento de AFP del martes realizado a partir de cifras obtenidas de los sitios web oficiales de los estados y de autoridades.

Hasta el momento, en México hay 93 casos confirmados de coronavirus.

Tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019, Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria. 

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desplegó entonces unos 26,000 militares en sus fronteras norte y sur.