Marchas del 20 de octubre fueron parte del Paro Nacional y movimiento prodemocracia

  • En cada una de ellas se destacó la exigencia de renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana.

Las celebraciones de la Revolución del 20 de octubre de 1944 fueron diferentes este año, pues aunque en cada una de ellas se hacía un recordatorio a la gesta cívico-militar que depuso a la dictadura ubiquista hace 79 años, el ingrediente dominante esta vez fue la defensa del voto popular y el repudio hacia funcionarios públicos, incluyendo al presidente Akenadro Giammattei y la fiscal general Consuelo Porras.

El movimiento de Paro Nacional que está por concluir mañana domingo su tercera semana de bloqueos, manifestaciones y marchas, fue convocado por autoridades indígenas de todo el país, encabezadas por los líderes de los 48 cantones de Totonicapán, que ayer anticiparon que este fin de semana tendrán una «asamblea general» para analizar la estrategia a seguir.

En una de las marchas del viernes participó el binomio presidencial de Semilla. Bernardo Arévalo y Karin Herrera estuvieron en un breve mitin frente al IGSS, uno de los grandes logros de la Revolución de Octubre, y desde ese punto caminaron hasta la Plaza Central.

Arévalo en un breve mensaje a los manifestantes destacó que «Guatemala no se rinde, las plazas y las calles están inundadas de protestas pacíficas, una expresión de determinación, de alegría, paz, y lucha del pueblo que nunca más vivirá bajo la corrupción» e hizo señalamiento contra el presidente Alejandro Giammattei, a quien responsabilizó «por no asumir su responsabilidad» en la crisis creada por el Ministerio Público (MP) y consuelo Porras.

«Yo pido y pediré la renuncia de Consuelo Porras» repitió ante los aplausos de los presentes el presidente electo, hijo de Juan José Arévalo, quien fue presidente de Guatemala tras la Revolución, estuvo acompañado por Jacobo Árbenz Villanova, el hijo de otro expresidente de la Revolución, Jacobo Árbez Guzmán.

Los hijos de los expresidentes Juan José Arévalo (1945-1951) y Jacobo Árbenz (1951-1954), se abrazan poco antes de participar en la marcha para conmemorar la Revolución de octubre de 1944, pero también para manifestar el repudio hacia las autoridades que intentan impedir el cambio de gobierno en enero próximo.

Al mismo tiempo que se llevaba a cabo la marcha de del presidente Arévalo, en la ciudad capital sindicatos, organizaciones populares, estudiantes y ciudadanos, caminaban en diferentes marchas por las calles en respaldo al movimiento de Paro Nacional que exige el respeto al resultado de las elecciones del 20 de agosto, actualmente cuestionadas por una investigación del MP.

En el interior se dieron también marchas y vigilias en diferentes ciudades y comunidades, en donde se destacó el respaldo al movimiento del Paro Nacional por encima del recordatorio de la Revolución del 44.