Gloria o fracaso, en palabras de Zidane. Tan simple, tan complicada, la reflexión del Real Madrid este miércoles se debate entre el alambre del todo o nada en la Champions.El Real Madrid vuelve a asomarse al precipicio por enésima vez esta temporada para afrontar una final por la gloria o el vacío más absoluto. Lleva así prácticamente desde febrero, fecha en la que la Liga se puso casi imposible a ojos vista y la Champions volvió a emerger como vía de salvación contra otra campaña en blanco.
Más de dos meses después de la llegada deZinedine Zidane, el francés sigue sorteando cada obstáculo inyectando esa ilusión tan característica del madridismo, que vive constantemente haciendo equilibrios para no caerse y casi siempre sale reforzado de estas travesías en el alambre. A esa historia pretende agarrarse un equipo que, otra vez, intentará enfrentarse al Atlético de Madrid en una final europea, esta vez en Milán, si es que es capaz de superar al Manchester City. Un duelo que tendrá unas claves muy definidas.
1. Mismo orden que en la ida. Casemiro no estará por lesión de última hora y esto es preocupante, porque estaba siendo el hombre que le daba al Madrid su equilibrio en el medio campo a la hora de replegar defensivamente y recuperar la pelota en la medular. Isco saldrá, previsiblemente, por el brasileño, lo que le dará al Madrid más control creativo y capacidad de ataque pero al mismo tiempo igualará fuerzas en el medio campo en cuanto a físico y posesión. El Madrid debe seguir siendo tan ordenado y solidario como en el partido de ida, para evitar que los jugadores de tres cuartos de campo del City aparezcan en zonas de peligro. Sobre todo De Bruyne, Navas o Agüero.
2. Mucho juego por bandas. Si todo transcurre como en el primer encuentro, la aportación de los laterales será clave para abrir la lata. Se espera que el Real Madrid vuelva a monopolizar la posesión y que el City juegue replegado y buscando contragolpes, salvo que los blancos permitan a los ingleses salir. Sin Benzema, un tipo que arrastra centrales y abre huecos, lo que sean capaces de romper Carvajal y Marcelo con la providencial ayuda de Bale resultará fundamental.
3. Aprovechar el ambiente. El Bernabéu jugará su partido, por supuesto, con toda la parafernalia habitual de las mejores noches europeas: recibimiento al autobús blanco, ambiente de salida y mucha presión para el Manchester City y también para el árbitro. El equipo de Zidane debe sobreponerse a las bajas y montarse en estas olas de pasión para pasar por encima de un equipo que sufre mucho cuando le achuchan.
4. No cometer ni un solo error. Se vio el año pasado contra la Juventus, y también este martes en el Bayern – Atlético. Los alemanes fallaron un penalti que suponía el 2-0 en su fase de mayor acoso a los rojiblancos y lo acabaron pagando caro. Morata anotó el empate de una Juve que empezó perdiendo y dejar a los italianos vivos costó la final. Nada de esto puede pasar esta noche. Es fundamental ponerse con dos o tres tantos de ventaja para evitar sorpresas de última hora.
5. Impedir que el Atlético alce la Champions. Este es el reto que el Madrid se ha autoimpuesto. Entiende que permitir que el rival colchonero alce el trofeo y acabar la temporada en blanco sería el mayor de los fracasos a nivel deportivo que la entidad habría completado en las últimas décadas, más aún si el Atlético les gana la finalísima, algo que a punto estuvo de pasar hace dos temporadas. Sin embargo, volver a tumbar a los de Simeone supondría ratificar la supremacía total sobre todo el fútbol español.
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