Las armas nucleares se modernizan y es más difícil controlarlas, advierte un informe

Los países con armas nucleares continúan modernizando su arsenal, según un informe publicado este lunes por el instituto Sipri, que advierte de las perspectivas «sombrías» para controlarlo.

«La pérdida de diálogo esencial entre Rusia y Estados Unidos [sus arsenales representan más del 90% de las armas atómicas] podría potencialmente conducir a una nueva carrera armamentista», dijo Shannon Kile, director del programa de control de armas nucleares en el Instituto Internacional de Investigaciones sobre la Paz de Estocolmo (Sipri) y coautor del informe.

El investigador se refiere en particular al futuro del tratado ruso-estadounidense New START, cerrado en 2020, y que expirará a principios de 2021.

Se trata del último acuerdo nuclear todavía en vigor entre las dos potencias, que tiene el objetivo de mantener los arsenales nucleares de los dos países en niveles inferiores a los de la Guerra Fría.

«Las negociaciones para prorrogar New START o negociar un nuevo tratado no han avanzado desde 2019», apuntan los investigadores del Sipri.

En paralelo las potencias nucleares continúan modernizando su arsenal y tanto China como India también lo aumentan.

«China está en plena modernización de su arsenal nuclear. Desarrolla por primera vez una ‘tríada nuclear’ compuesta por nueves misiles terrestres y marítimos y aviones con capacidad nuclear», explica Sipri.

Además el país sigue resistiendo a las invitaciones de Washington para entrar en las negociaciones sobre la limitación de la carrera armamentística.

Sin embargo, en el último año disminuyó el número de ojivas nucleares en el mundo.

A principios de 2020 Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte tenían 13.400 armas nucleares, según las estimaciones del Sipri, unas 500 menos que a principios de 2019.

La caída de los últimos años viene principalmente de Estados Unidos y Rusia.

Aunque el futuro del New START sigue siendo incierto, los dos países continuaron en 2019 a cumplir las obligaciones del tratado.