Lago de Atitlán: Abandonado a su suerte

El ingreso sin tratamiento de aguas residuales al manto de agua provoca el crecimiento descontrolado de la población de algas.
Las aguas residuales, la ampliación de la frontera agrícola y el uso de agroquímicos en la cuenca del lago, pero en especial la falta de voluntad política para rescatarlo, lo están matando.

Marcela Marroquín Cabrera

mmarroquin@cronica.com.gt
Debido a la contaminación de sus aguas, uno de los lagos más bellos del mundo se está empezando a morir.
Desde hace 6 años tiene síntomas de estar enfermo, pero esas señales han caído en cántaro roto. Aún se puede salvar, pero hace falta voluntad política, la cual no aparece por ningún lado, ya que ninguna autoridad pública le pone atención. La ayuda económica del Estado brilla por su asusencia. En el 2009 aparecieron los primeros brotes de cianobacteria en el lago de Atitlán, y todo el mundo se alarmó.
Luego del grito al cielo y rasgarse las vestiduras, nada o muy poco han hecho las autoridades para curar el manto de agua.
El último florecimiento de cianobacteria se registró el pasado 4 de agosto, fue por eso que se lanzó una alerta amarilla para no beber agua directamente del lago, no bañarse y practicar actividades recreativas en él.
Alrededor del manto de agua dulce viven alrededor de 491 mil 530 personas, según proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), y es un de los destinos turísticos más importantes del país.
La investigadora del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (Iarna), Virginia Mosquera, afirma que la situación del lago es rescatable si hay voluntad política para hacer inversión pública.
Es necesario comenzar a evitar que ingresen aguas residuales sin ningún tratamiento, atender de inmediato los deslaves de las carreteras y el mal manejo de tierras agrícolas, expone Mosquera.

Sin voluntad política
Según diagnósticos de la Autoridad para el manejo de la Cuenca del Lago de Atitlán (Amsclae), la inversión pública no prioriza el saneamiento ambiental. Ante esta situación, cuentan, se hizo un cabildeo con la Presidencia, Vicepresidencia y Gobernación, para que a partir del año 2014 el 30 por ciento de los fondos del Consejo Departamental de Desarrollo (CODEDE), que representan Q.25.8 millones, se inviertan para el saneamiento ambiental.
Pero el acuerdo no se ha cumplido. Para este año, cuenta Iván Azurdia, director del Amsclae, se asignó un presupuesto de Q87 millones al COCODE, de lo cual solo el 6 por ciento se destinó para drenajes, mientras el 5 por ciento para desechos sólidos.
También se determinó que, con la tasa actual de desarrollo de los estudios de preinversión, no se logrará en el mediano plazo de 10 años eliminar la contaminación del lago. Por lo tanto, es importante contar con un plan maestro que permita hacer factible toda la infraestructura necesaria para eliminar el desfogue de aguas residuales en el lago de Atitlán.

 

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Urge descontaminación
Las aguas residuales y la basura, además del uso del suelo, la expansión de la frontera agrícola, la erosión y el uso de agroquímicos en los 18 municipios que conforman la cuenca, están ahogando al manto de agua.
Según una tesis realizada por Marvin Romero Santizo, para la Universidad Europea Miguel de Cervantes, Valladolid, España -junio, 2013-, la cuenca produce 7.75 millones de metros cúbicos al año de aguas residuales, las cuales se vierten directamente al lago. Asimismo se vierten 1.37 millones de metros cúbicos al año de aguas domésticas y 18 mil 562.50 de aguas mieles (residuos líquidos del proceso despulpe), provocando no solo un serio problema ambiental, sino de salud pública para los usuarios del lago. Tesis.
Por otro lado, un informe de la entidad Unidos por el lago de Atitlán, señala que muestras tomadas al manto de agua han demostrado que la entrada de aguas residuales al lago tiene un efecto desproporcionadamente grande sobre las algas del lago y la producción de bacterias, en comparación con otras fuentes de nutrientes nocivos, como fertilizantes provenientes de la erosión del suelo. Por lo tanto, la mejor y más inmediata solución es exportar todas las aguas residuales fuera de la cuenca del lago, lo cual ha funcionado con éxito en importantes lagos alrededor del mundo.

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A la contaminación producida por las aguas residuales se suma la basura. Los municipios que bordean el lago generan a diario 97 mil 714 kilos de desechos sólidos, lo que suma al año 36 mil 401 toneladas métricas, según un informe de la Amsclae -2015-. Una parte de ella termina en el lago.
Existen otras causas de la contaminación del manto de agua, tales como la disposición de residuos de combustibles, ordenamiento urbano, construcción, mantenimiento de carreteras, entre otras. Sin embargo, los tres primeros problemas deben resolverse en el corto plazo para el rescate del lago, afirma el director de la Amsclae.
La doctora Margaret Dix, científica e investigadora de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) -sede altiplano-, quien ha estudiado el referido lago por unos 30 años, dijo que la vulnerabilidad del manto acuífero radica en el crecimiento demográfico descontrolado, ocurrido principalmente en la década del 90.
El brote de cianobacteria que se registró el pasado 4 de agosto cubrió inicialmente el 30 por ciento de la superficie del manto de agua; sin embargo, actualmente se ha extendido al 70 por ciento de la superficie del lago, dice Azurdia.
Esta situación es una oportunidad para solicitar que se desarrolle urgentemente el Plan Maestro de Manejo Integral de Aguas Residuales y Agua Potable de los Municipios de la Cuenca del Lago de Atitlán, a través del Instituto de Fomento Municipal (Infom), y el Programa de Agua Potable y Saneamiento para el Desarrollo Humano, agregó el director de Amsclae.

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Temores
En noviembre vence el plazo para que se licite y adjudique un estudio para crear un plan maestro de manejo integral de aguas residuales y de agua potable de los 18 municipios de la cuenca del lago. Si no se cumple con el plazo, se perderá una donación de la Agencia de Cooperación Española que asciende a US$50 millones (unos Q383.5 millones). La cercanía de la fecha límite y el marcado desinterés de las autoridades por descontaminar el depósito natural de agua dulce tiene preocupados a algunos, ya que el proceso de cotización y contratación debe estar concluido antes del 30 de noviembre.
Es imprescindible la licitación y adjudicación del estudio. Sin un plan maestro basado en información científica y diseños de ingeniería actualizados, no se resolverán estos graves problemas de contaminación ambiental y riesgo a la salud humana, afirma Azurdia, director de la Amsclae.
También indica que hay tres municipios que dependen directamente del agua del lago (San Pedro la Laguna, San Lucas Tolimán y Santiago Atitlán). De hecho, un estudio de la entidad Unidos por el lago de Atitlán da cuenta que más de 100 mil personas dependen del lago para abastecerse de agua potable.

¿Por qué es importante el plan?
El plan maestro de manejo integral de aguas residuales y de agua potable de los municipios de la cuenca del lago es necesario para no perder los Q383.5 millones en donación, asimismo para definir la factibilidad y tecnología para el tratamiento de aguas residuales en los próximos 30 años. También permitirá identificar opciones tecnológicas apropiadas que eliminen el ingreso de contaminantes fecales y nutrientes dañinos (nitrógeno y fósforo) a los cuerpos de agua, así como arreglos institucionales para la operación y mantenimiento de los sistemas a largo plazo y cálculo del costo total de las obras de ingeniería y la identificación de las fuentes de financiamiento para la implementación total del plan.
Los residuos de combustible de los motores de las lanchas también contaminan el manto de agua.
El pasado 4 de agosto se dio un nuevo florecimiento de la cianobacteria. El lago más bello del mundo se muere y ninguna autoridad hace algo para evitarlo.
Las comunidades le dan un mal manejo a las 36 mil 401 toneladas métricas de basura que producen al año, y una buena parte de ella termina en el lago.