LA RED: ¡Qué buzos…! o Alcaldes largos (Crispino Picón Rojas)

(Dícese de aquellos que se aprovechan de todo… que en las profundidades sacan a relucir sus habilidades, no siempre sanas)

Crispino Picón Rojas

¡Qué buzos…!

La clase política tiene una característica principal: la mayoría de los que llegan a los cargos públicos, lo hacen con la mentalidad de terminar con la pobreza, pero no la del pueblo, sino la de sus propias familias. Suelen ser gente con algunas características comunes, como son la falta de escrúpulos, ambición, ineptitud y descaro.

Es común que cuándo alguien se enriquece de la noche a la mañana, la chaviza no deja de mostrar su perplejidad y hasta admiración. A esos nuevos ricos se les suele ver como grandes buzos, porque se presentan como gente que logra salir de sus humildes viviendas en barrios marginales, para convertirse en magnates emergentes, con mansión, apartamentos, fincas, carros, puntos y, además, viven rodeados de empleados domésticos y guardaespaldas, más sus cuentas en dólares en algún paraíso fiscal.

Pero como siempre hay que dar ejemplos y mostrar a estos largos…–perdón, buzos–, hoy les voy a contar algunas historias relacionadas a los jugosos sueldos que ganan algunos de los alcaldes municipales, quienes no conformes con todos los business que hacen con cada obra y contratación, se recetan unos sueldos astronómicos que marean a cualquiera.

Por esta vez y por espacio, vamos a referirnos únicamente a los tres que ocupan el podio de los alcaldes más shucos…o los más buzos.

Se trata de los alcaldes Javier Alejandro Gramajo el chispudo–  (Villa Nueva),la princesa Brenda del Cid Medrano (Chinautla), y el maloso, Wilton Berreondo Figueroa (Fraijanes), quienes se recetan los más jugosos sueldos, siempre escondidos bajo otros conceptos, para ver si se babosean a los vecinos de sus necesitados municipios.

No vayan a creer que se esto es alguna de las bolas que algunos interesados ponen a circular en las redes sociales.  Para nada, es una realidad comprobable la que les voy a contar. Tanto así, que ya han sido noticia en elPeriódico, que fue el que les agarró la movida que cada vez se hace más popular entre las munis, tan corruptas como el Gobierno central.

Como antecedente, hay que decir que esta práctica corrupta la inició hace ya varios años el desaparecido alcalde capitalino Álvaro Arzú, quien acostumbrado a ganar un montón de pisto cuando fue presidente –sin contar los comisiones por las privatizaciones–, descubrió la jugada.

La práctica se repite en casi todas las municipalidades: primero se fijan altas dietas en el Concejo municipal. Como los síndicos y concejales quieren tener también buena papa, pues le ponen buen sueldo al alcalde, quien además se receta una buena cantidad en gastos de representación. 

Fíjense entonces que hay que sumar sueldo, gastos de representación y dietas para el alcalde.  En el caso del capitalino, Ricardo Quiñónez, es más difícil fiscalizar, porque sus métodos son más sofisticados, pero recibe también una tajada de las empresas municipales.

Vaya si no son buzos los alcaldes, que por cierto no hacen mucho por resolver los verdaderos problemas que enfrentan sus municipios.  Por ejemplo, Villa Nueva tránsito, transporte, basura y agua, Chinautla, falta de todo y Fraijanes no alcanza el nivel de un municipio del área metropolitana, aunque su alcalde gana como si fuera de Nueva York.

Pero hay que mencionar sus ingresos, para que todos nos demos un quemón de lo buzos que son:El más poquitero de los que están en el podio es Berreondo Figueroa. El pobrecito solo ingresa cada mes en su cuenta Q96,150 Pero como eso no le basta, a cada rato el Concejo aprueba negocios que apestan a corrupción.

La medalla de plata se la lleva la experimentada Del Cid Medrano, sobrina de uno de los alcaldes más shucos que ha habido: Arnoldo Medrano.  El tío viejo le dejó escuela y sus ingresos mensuales alcanzan los Q107,600, más los negocitos que se hacen, incluyendo a otras municipalidades para que el volumen permita que haya mejores sobornos.

Y el primer lugar lo tiene el hombre del cráter, como también se le conoce desde que se hizo el enorme agujero en la carretera que va hacia el sur del país, en el que chispudo que es, mando a rellenar con lodocreto y se perdieron Q24 millones.  Bueno, no todo ese dinero se perdió, pues algo le quedó al alcalde y una buena tajada se llevó la empresa de su cuate.

Se trata de Gramajo, el flamante alcalde del gran pueblo que es Villa Nueva. Él gana mensualmente Q108,710.  Nada despreciable, sobre todo si se le suman los negocitos que hace por aquí y por allá.

Además, los tres buzos comparten una hoja de vida más que mediocre. Los tres son personajes sin trayectoria, que nunca podrían ser ejecutivos de una compañía seria, pero en la política han encontrado la riqueza.