(CACHIMBAZOS: Dícese de cuando se da una seguidilla de golpes fuertes o cuando se toman muchos tragos de un licor fuerte… y se hace de forma premedita; EL JUEGO DE «POLICÍA MALO Y POLICÍA BUENO», ES PARA PROVOCAR ENGAÑO)
Crispino Picón Rojas
No es así nomás. Nada de que en la oficina de Consuelo Porras en su bunker de Gerona se ha fraguado todo este golpe de estado judicial que se mantiene en marcha. Nada de eso, se trata de una trama bien estructurada, en la que hay muchas cabezas y fuerzas oscuras detrás, aunque sí, las marionetas visibles terminan siendo la fiscal general y su fiel escudero, el opaco Rafael Curruchiche.
Es evidente que estos dos personajes no se atreverían a desafiar a Raymundo y medio mundo, y a poner en peligro la gobernabilidad del país, si no tuvieran el aval de toda una banda de aliados, con nombres tan famosos como Alejandro Giammattei, Miguel Martínez, Silvia Valdez, Shirley Rivera, Leyla Lemus y Dina Ochoa, así como altos jefes militares, más magistrados de la TSE y la CC, diputados, mafias y demás componentes de la alianza oficialista.
Lo que he podido saber es que todo viene sucediendo como lo han programado en diferentes reuniones los más cabezones entre estos personajes, porque a muchos sólo se les transmite lo que deben hacer y les llaman a estar preparados para defender la legalidad y soberanía, aunque por supuesto, esa legalidad no es otra que la fachada a mostrar.
El que salió más chispudo que bonito fue Miguelito, quien convenció a su reverenciado presi de montar una estrategia que sirva ante el pueblo y la comunidad internacional, la que básicamente es la que vemos en muchas películas: el policía bueno y el policía malo.
Dicho en otras palabras, acordaron que Giammattei haría el papel del policía bueno, pues al fin y al cabo tiene cara dura para los discursos engañosos y siempre termina con su frase muy a lo cristiano, la que le ha valido el apoyo de varios de los más connotados pastores de las grandes iglesias evangélicas.
Lo que no sabe la fiscal general, es que Miguelito dijo sarcásticamente que el papel de la policía mala le quedaba bien a Consuelo Porras, porque siempre tiene cara de empurrada, y Curruchiche sería el perro feroz que no suelta a su presa en el entramado montado para traerse a pique el proceso electoral, declarar que hubo fraude y no sé que cosas más, con tal de que Bernardo Arévalo –a estas horas flamante presidente electo y reconocido por el TSE, la comunidad internacional y la mayoría de los guatemaltecos–, no pueda asumir la presidencia de la República el 14 de enero próximo.
— Todo lo haremos en el nombre de la ley y exigiremos respeto a la soberanía, explicó Miguelito en una reunión en la que analizaron los pros y contras. Giammattei, por su parte, da por hecho que al pueblo todo se le olvida y aseguró que cuando hablo, todos me creen, porque siempre pido bendiciones para Guatemala.
Lo que dijo su pareja le gustó al presi y dijo que se mantendría en su papel de policía bueno, por más que a veces le gustaría despotricar más fuerte contra los que lo critican. Según él nadie ha logrado en el pasado lo que yo he hecho en cuatro años.
Así que ese es el juego que ahora estamos viendo. En las redes sociales y hasta en su discurso ante la Asamblea de la ONU repite sin cesar: voy a entregar la banda presidencial el 14 de enero al presidente electo. Solo en un mensaje que luego fue borrado de las redes sociales metió la pata al decir que si no hay a quien entregar la banda presidencial el 14 de enero, la entregaré en manos del presidente del Congreso… ¿Se le salió lo que esperan lograr con tanto cachimbazos y estrategia?
Lo que acordaron es sencillo. Tienen fiscales armando pruebas –la famosa pistola humeante del MP– para montar la fachada legal, tienen uno, dos o tres jueces dispuestos a mojarse los pantalones por ellos, las cortes (CSJ y CC) deben reafirmar los mandatos de los jueces y el policía bueno seguirá con su cantaleta, como si todo lo que pasa le es ajeno y él es demócrata y transparente, contrario a los policías malos, que ya quedaron pintados como corruptos y antidemocráticos.
Los cachimbazosno paran, porque es la única forma de avanzar que tienen.
¿Funcionará la estrategia? ¿Nos tragaremos todos el juego? ¿Se permitirá que la oscuridad triunfe? Como en las series de Netflix hay que esperar el desenlace, porque todo puede suceder…
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