Crispino Picón Rojas
¡Atole con el dedo!
(Dícese cuando se piensa babosear a una persona: Le están dando atole con el dedo; engaño, mentira, farsa, patraña, cuento).
El lunes 26 de abril fue una fecha importante. Washington y Guatemala pusieron en marcha una partida de ajedrez político-diplomática, en la que los jugadores son nada más y nada menos que la vicepresidenta Kamala Harris y el presi Alejandro Giammattei, quienes deben mover cautelosamente sus piezas para ganar posiciones.
Por lo que me he podido enterar, con fuentes cercanas a la Casa Blanca y la Casa Presidencial, ambas partes se muestran seguras de poder sacar la mejor tajada de lo que está por venir.
El primer mensaje llegó horas antes de la simpática videoconferencia en la que nuestro presidente mantuvo su rostro muy serio, la ceja siempre levantada –¿la tendrá así por alguna cirugía?– y una actitud de yo no fui. Ella en cambio, lucía guapa, radiante y relajada, aunque sus palabras golpeaban fuerte y claro, sobre todo, para mencionar que la causa del montón de chapines que salen para su país, se debe a corrupción y mala gobernanza, entre otras cosas.
Por supuesto, como en el lenguaje diplomático hay que leer entre líneas y entender lo que no se dice, al terminar la conferencia se quedaron como locos en el despacho presidencial, discurriendo ¿Qué quiso decir…? Con palabras que sonaban mas bien bonitas y amistosas.
El canciller Pedro Brolo tuvo que aceptar que no tiene mucha experiencia en ese tipo de charadas y llamó a tres exembajadores para que aclararan todos los acertijos que ni él, ni el presi Alejo, ni su cercano asesor, Miguelito Martínez, podían resolver. — Aquí hay gato encerrado, no puede ser tanta bondad, amistad y cariño, menos después de que en la mañana nos restregaron la Ley Magnistski como amenaza, mandándonos cocinandos a los dos Alejos (Gustavo y Felipao), para decirnos lo que puede pasar si no nos alineamos. Dijo el mandatario.
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Los tres adivinos (los embajadores), aclararon las dudas. — Con el movimiento de manos, la vicepresidencia anuncia que los gringos serán ágiles y rápidos, tanto para dar ayudas, como para aplicar esa ley a muchos; las palabras clave de lo que vienen a buscar, son un gobierno trabajador, honesto, transparente, que impulse a Guatemala a ser un país diferente. Si hacen bien las cosas que pidan, las cosas caminarán. Por sus gestos, si no hay buenas respuestas, vendrá castigo. ¡¡¡Ufff!!!
En ese momento recibe una llamada de Allan Rodríguez desde el Congreso, preocupado por el futuro de Felipao. El que le responde es Miguelito: — La verdad, Felipao ya nos quedó mal una vez, ahora que se sacuda él solo las pulgas, porque nosotros no meteremos las manos al fuego por él. Así se selló la suerte del que fuera buen aliado durante algún tiempo. De hecho, ese Felipao ha sido el consentido de la Corte Suprema actual, la misma que vendió su alma al diablo –oficialismo y sus aliados–.
Alejo se soba el poco pelo que le queda y dice: — Estos gringos se van a pelar y meterán sus manos para la elección de magistrados en el Congreso y nos exigirán que vayamos contra la corrupción y la impunidad. NO QUEDA OTRA QUE DARLES ATOLE CON EL DEDO!!!
Miguelito y Pedro se voltean a ver, pensando que es riesgoso. Pero rápido Alejo les explica: – Haremos como hace la Cony (la fiscal general, Consuelo Porras), que se somata el pecho diciendo que perseguirá a medio mundo y que respeta a ese Juan Francisco, pero hace todo lo contrario. Los gringos tienen muchos clavos en todo el mundo, como para estar contándonos las pulgas a nosotros.
Miguelito, siempre acomedido, le sirve un whisky a Alejo para que se relaje, y le recuerda que el problema es que se den cuenta los gringos.
Cuatro horas después se reúnen nuevamente en la casa presidencial de la zona 15 y sacan las conclusiones definitivas: No podemos acceder a todo lo que nos pidan, pero haremos como hacíamos en el colegio, deshojaremos margaritas: una sí, otra no, una sí, otra no.
Ya para entonces, les han informado fuentes confiables, que se les pedirá que agilicen la elección de magistrados en el Congreso, que asuma Gloria Porras, que no frieguen a Juan Francisco Sandoval ni al Procu, Jordán Rodas.
Entonces llaman al Rey feo del Congreso, Allan Rodríguez y le dicen que le de trámite a lo de la Porras, – porque al fin y al cabo, tenemos cuatro votos seguros y el de ella hasta nos dará credibilidad en la CC. Tenemos que darle algún regalito antes de la visita en junio.
Parece fácil, pero habrá que ver que tanto se dejan dar atole con el dedo, la vice Harris, el embajador William Popp y todos los expertos del Departamento de Estado…