Miguel Ángel Gálvez, juez del Tribunal Primero B de Mayor Riesgo
La independencia judicial es necesaria para consolidar el Estado de derecho, y los parlamentarios no deberían elegir a los magistrados del Organismo Judicial para evitar la politización de la justicia, dice el juez que conoce casos de alto impacto como la red de defraudación aduanera que era, según las pesquisas, liderada por Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
Sergio del Águila
sdelaguila@cronica.com.gt
¿Por qué es importante para los países que su sistema de justicia sea independiente, robusto y fortalecido?
Es la única forma de consolidar un Estado de derecho.
¿Cómo evalúa el sistema de justicia en Guatemala?
El sistema de justicia, antes del 16 de abril de 2015, —fecha en que se destapa el caso de La Línea— era bastante pobre, deficiente y politizado. No puede ser que sean los diputados, luego de la propuesta de una Comisión de Postulación, quienes tengan que elegir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y a los de Salas de Apelaciones; eso significa que la justicia está politizada y que ellos se garantizan un montón de abusos, porque son los que ponen a los representantes del Organismo Judicial. Yo nunca he ido y nunca iré al Congreso, pero muchos van a ver qué les ofrecen.
¿Cuáles son las debilidades y fortalezas del sistema de justicia?
Mientras no haya una forma de elección transparente de los magistrados de la Corte Suprema y de Salas de Apelaciones, la debilidad sigue allí.
¿Cómo se fortalece?
Actualmente se está discutiendo la Ley de la Carrera Judicial, buscando, precisamente, que existan controles para la elección de magistrados de Sala como de Corte y, desde el pasado 24 de abril, se está pensando en una reforma constitucional, específicamente, para la administración de justicia. Se busca crear condiciones necesarias para que exista un Organismo Judicial y Ministerio Público autónomo, independiente y fuerte.
¿Existen amenazas a la independencia y al sistema de justicia?
Como jueces nunca vamos a quedar bien con las dos partes, siempre una de ellas queda inconforme. El problema es mayor cuando se investigan las estructuras de la corrupción, porque ello conlleva aspectos delicados. Lamentablemente se han amenazado a testigos y, a veces, la prensa se adelanta a muchas noticias y esto es lamentable, porque al dar a conocer el nombre de un testigo, este, solo con una llamada, a veces, ya no quieren declarar o se van, esto es malo porque no se fomenta la justicia.
¿Se ha avanzado en el ejercicio de la independencia judicial comparado con lo que había antes?
Por supuesto que se ha mejorado, se han dado pasos agigantados y eso es una fortaleza. El solo hecho de dotar al Ministerio Público de tecnología para análisis e inteligencia le permite conocer muchos aspectos y relacionar un proceso con varios a la vez, y hay casos que tienen hasta 60 procesos conectados; entonces, si tiene inteligencia y transparencia, hay mística en la investigación y eso ayuda a enviar procesos al Organismo Judicial bien investigados y si están bien trabajados, qué alternativas hay: solo dictar las resoluciones que en derecho corresponde.
¿Cada mañana, cuando sale de casa para llegar al trabajo, cuáles son sus pensamientos, respecto a lo que le espera ese día?
Lo primero es que le doy gracias a Dios por un día más y le pido sabiduría y fortaleza para tener paciencia, porque estas audiencias no solo son tensas, de por sí ya son cargadas, porque hay ocasiones en las que los abogados, en el ejercicio de su derecho, tienden a gritar y eso es parte del ejercicio democrático. Lo fundamental es dictar la resolución con buen razonamiento y fundamentación, para que entiendan que eso no es problema del juez, porque me debo a los medios de investigación.
¿Ser como usted, un juez que razona y fundamenta, cree que si eso fuera una práctica en la operación de justicia, el país tendría más y mejor cultura de justicia?
Lo valioso es que la gente ya se empieza a interesar, eso es increíble. Ahora los medios de comunicación deben tener equilibrio en lo que informan. Entonces, considero que la única garantía que tiene el juez es dictar resoluciones transparentes y que las personas se den cuenta de cómo está todo. A raíz de lo ocurrido el 16 de abril del 2015, cuando empezó el proceso de La Línea, ha venido gente a las audiencias y preguntan. Esto es muestra de que se interesan, le dan seguimiento y eso es cultura democrática.
¿Qué piensa de que los casos se litiguen ante los medios de comunicación?
El problema, lamentablemente, es que, por el momento en que estamos, no son solo los operadores de justicia, sino los mismos abogados. Por ejemplo, las declaraciones de Juan Carlos Monzón, en el caso TCQ, se entregaron a medios, cómo es posible que al día siguiente ya lo tengan. En determinado momento podrían —los medios— hacer resúmenes y no hay problema, pero lo están poniendo en vivo y a cuánta gente no se menciona en ese audio. Ya han amenazado varias personas y eso genera una frustración. Está bien que la población conozca, pero al menos esperar a que ya se hayan dictado las resoluciones.
¿Usted ha recibido amenazas?
Por supuesto que sí, en mi carrera de 17 años sí he recibido amenazas, pero en esos casos que estamos llevando en los últimos meses, no.
¿Hay algún juez, autor o jurisprudente que lo inspire?
Me llama la atención y me he reunido en algunas oportunidades con el juez español Baltazar Garzón. Uno, algunas veces, desconoce las leyes de otros países y en Europa son diferentes, pero lo he leído y he estado en conversaciones con él cuando ha venido a Guatemala y me llama la atención el tipo de trabajo que desempeñó, que es el que en determinado momento estamos desempeñando nosotros, abrir brecha y tratar de hacer todo legal.
¿Cómo ordena sus casos y la manera de conducir audiencias?
Los años y el tiempo es lo que le va dando a uno cierta experiencia. Desde pequeño he tomado el ejemplo de que si quiero leer un libro, tengo que leer primero la introducción y lo que está alrededor, porque eso me da cierta información para después entrar al fondo del asunto y así es como he tomado la experiencia, comenzar desde donde arranco y así sucesivamente y para que haya una mejor compresión si un testigo dice esto; entonces, paro allí, y busco unos documentos para corroborar. Eso me va a permitir, como no estoy dictando sentencia, relacionar una cosa con otra, a fin de establecer que las cosas no estén perdidas y que todo tiene su sentido y su momento.