La controversia por la Cumbre de Las Américas pone a prueba la flexibilidad de Estados Unidos

  • El presidente Alejandro Giammattei no ha respondido aún a la invitación

El presidente Alejandro Giammattei pensó que no sería invitado a la Cumbre de las Américas por parte del gobierno del presidente Joe Biden, y se adelantó a decir que «aunque me inviten, ya mandé a avisar que no asistiré» al encuentro continental.

Días después se recibió oficialmente la invitación para el mandatario guatemalteco, que ya antes había sido excluido de una «Cumbre por la democracia», porque Washington no lo considera como un político comprometido con los principios democráticos.

La manzana de la discordia que ha enfriado las relaciones entre Guatemala y la Casa Blanca ha resultado ser la fiscal general Consuelo Porras, quien fue reelecta recientemente por Giammattei, a pesar de que el departamento de Estado la ha declarado como una persona «corrupta y antidemocrática», al incluirla en la lista engel.

En todo caso, la Cumbre de las América, que está programada para celebrarse del 6 al 10 de junio en la ciudad de Los Ángeles, ha despertado una intensa polémica sobre quienes deben ser los participantes, tomando en cuenta que Biden parece inclinado a excluir a Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Diaz-Canel, por ser sus países, Venezuela, Nicaragua y Cuba, abiertamente antidemocráticos y en los que no se respetan los derechos humanos.

El siguiente es un análisis sobre el tema de la Voz de América (VOA).