Karin Slowing: “El basurero debió cerrarse hace 10 años”

Entrevista con: Karin Slowing, extitular de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan)

El relleno sanitario de la ciudad está agotado y desgastado y es una fuente de contaminación ambiental y de alto riesgo para la salud de las áreas aledañas, asegura Slowing, y luego enfatiza que la comuna capitalina debe rendir cuentas y explicar qué ha hecho y qué no. También dice estar convencida de que el problema debe ser abordado de manera intermunicipal.

Álvaro Alay

aalay@cronica.com.gt

Agotado y desgastado

Uno de los problemas del basurero es que está ubicado en la ciudad, no está en una periferia, sino en un área que está a pocos kilómetros del Palacio Nacional y es un espacio que esta circundado por el crecimiento de la ciudad; solo por su ubicación ya no procede continuar con él. Es un terreno que tiene una vulnerabilidad ambiental y está agotado y desgastado. Según estudios, debió haberse cerrado hace unos 10 años y se perdió más de una década en ubicar el vertedero. Una de las alternativas era que la pequeña y mediana empresa manejaran los desechos sólidos, porque hay familias y personas que dependen de este procesamiento, pero no tienen cómo hacerlo, muestra de ello son las muertes por derrumbes de basura. Se reciben desechos de otros nueve municipios y por ello el problema debe ser abordado de una manera intermunicipal.

Grandes riesgos para la salud

En los ocho patios del basurero se genera gas metano y las condiciones son insalubres para las personas que trabajan allí, quienes pueden padecer enfermedades de la piel, cortaduras con vidrios, problemas digestivos y tétano. Los riesgos para la salud son grandes. Otro de los inconvenientes son los líquidos que genera la basura y que se filtran en el subsuelo hasta llegar a los mantos acuíferos. También está la erosión del barranco e incluso la pérdida del patrimonio del Cementerio General, donde los mausoleos se van a la basura. La contaminación es enorme tomando en cuenta que el aire esparce todo tipo de enfermedades, y con ello también la proliferación de zancudos y moscas, todos esos factores son riesgos para la salud. Es un tema que hay que abordar, porque afecta a la población que vive en cercanías del lugar.

Impostergable solución

La Municipalidad capitalina debe rendir cuentas a la población y decir qué han hecho y qué no. A veces se juzga, pero no se saben los obstáculos para no tomar decisiones. A partir de ahí, otro tema es ver qué intereses detienen que se tomen medidas en el basurero. Tomar una decisión de si se cierra y se traslada a otro lugar el relleno sanitario sin perjudicar a nadie, es un proceso que no se da de la noche a la mañana, pero se debe buscar atender el problema y que los costos se dividan entre todas las municipalidades; sin embargo, es un trabajo de diálogo, planificación, inversión y financiamiento. Si las condiciones ambientales continúan y el río de aguas negras recibe más descargas y se siguen erosionando las paredes del barranco, habrá más deslaves, soterramientos y será más difícil manejar esa situación.

Uno de los problemas es que el basurero está ubicado dentro de la ciudad, dice Slowing.