José Alfredo Calderón E.
Historiador y analista político
El 70% de la población seguramente no sabe quién es y del 30% restante, muy pocos se recordarán de Alberto Fuentes Mohr; quetzalteco de familia acomodada, líder estudiantil, economista egresado de la prestigiosa London School of Economics, ministro de Hacienda y Crédito Público y luego Canciller del gobierno de Julio César Méndez Montenegro (1966-1970). Fue precisamente en este lapso que fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Rebeldes –FAR– y finalmente liberado a cambio de un miembro activo de las FAR: Vicente Girón Calvillo quien se encontraba detenido por el gobierno.[1]
Pionero de la integración centroamericana y del socialismo democrático, no tuvo el carisma de otros líderes como Manuel Colom Argueta, Fito Mijangos y Oliverio Castañeda de León, pero si tuvo una incidencia importante en los círculos académicos y políticos. Su hijo mayor, Juan Alberto Fuentes Knigth, también es poco conocido pero algunos lo ubican por ser ex ministro de Finanzas del gobierno de la UNE y miembro fundador del grupo Semilla, en carrera para convertirse en partido político.
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico –CEH– y el Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica –REMHI–, denominaron casos paradigmáticos a varias ejecuciones extrajudiciales, entre las que se encuentran los personajes ya mencionados en el párrafo anterior. Dicha denominación obedecía a la magnitud, impacto, relevancia y, en algunos casos, connotación pública de ciertos hechos criminales en contra de los líderes políticos y sociales en el contexto del Conflicto Armado Interno (1960-1996). Entre estos, se puede mencionar el asesinato de Fuentes Mohr ocurrido un 25 de enero de 1979 en la Avenida Reforma zona 9 de la ciudad capital (hace 39 años). La saña con la que fue cometida esta ejecución extrajudicial, era denominador común para la época, sobre todo en los momentos de agudización de la guerra interna (1979-1983).
El Conflicto Armado Interno tuvo dos etapas fundamentales en sus 36 años de duración, las cuales esbozaré para entender el contexto político, social y militar en el que se desarrollan tres ejecuciones muy particulares por la connotación que tienen.
- Una primera parte que va de 1960 a 1971, que se inicia con una revuelta castrense no politizada y mucho menos ideologizada. Arranca con el levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960, que posteriormente asume la forma de Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre –MR-13– (verdadero inicio de la guerrilla). Esta etapa insurgente inicial, termina descabezada en 1970 por el “Pacificador de Oriente”[2]. La “primera” guerrilla se caracteriza por un carácter urbano con pocos combatientes, aunque surgen focos en el oriente del país. Se integra básicamente por ex militares, estudiantes y obreros. La principal organización guerrillera son las FAR y en menor medida, el MR-13 y el brazo armado del Partido Guatemalteco del Trabajo –PGT–
- Una segunda etapa insurgente tiene lugar a partir de 1971 con la aparición del EGP, y años más tarde la ORPA[3]. Se mantienen las FAR pero las características de esta guerrilla se basan en un mayor número de combatientes, colaboradores y simpatizantes, así como el carácter marcadamente rural del territorio de guerra. Sus integrantes son campesinos e indígenas por mayoría. Hasta este momento la represión urbana es selectiva pero el 20 de octubre de 1978 se inicia una escalada de violencia sin precedentes en contra del movimiento sindical, estudiantil, campesino y popular. Los intelectuales empiezan a ser víctimas indiscriminadas de la represión.
La guerra se torna cruenta y aparecen enfrentamientos urbanos de cierta magnitud, aunque lo principal de la guerra se desarrolla en el interior del país. Los asesinatos de Oliverio Castañeda De León (20 de octubre de 1978); Alberto Fuentes Mohr (25 de enero de 1979 y Manuel Colom Argueta (22 de marzo de 1979), constituyen un parte aguas para anunciar una represión indiscriminada y masiva. De hecho, después del tercero de estos asesinatos, muchos estudiantes, obreros, campesinos, académicos, artistas, trabajadores y pobladores en general, se incorporan a la guerra bajo distintas formas. Ya sea como combatientes, colaboradores o simpatizantes, ya a partir de los años ochenta el enfrentamiento se acerca a una insurrección popular armada. Estas tres ejecuciones paradigmáticas evidencias la imposibilidad del activismo revolucionario por medios pacíficos dentro del sistema.
Fuentes Mohr en particular, fue el pionero de un movimiento poco conocido y desarrollado en el país: La socialdemocracia. Con el Partido Revolucionario Auténtico –PRA–[4] primero, un ala separada del Partido Revolucionario y luego con el Partido Social Demócrata, autorizado –paradójicamente– el 26 de enero de 1979, un día después de su asesinato.
Sea éste un sencillo y corto homenaje a este hombre preclaro que supo acercar la modernidad política y económica a una realidad muy conservadora y primitiva.
[1] Los detalles de este suceso los narra Fuentes Mohr en el libro: Secuestro y prisión: dos caras de la violencia en Guatemala. San José (Costa Rica): Editorial Universitaria Centroamericana. 1971.
[2] General Carlos Manuel Arana Osorio (en ese entonces coronel) y que luego fue presidente de la República con el Movimiento de Liberación Nacional –MLN– 1970-1974. Lo de “pacificador” es un eufemismo, pues aniquiló a sangre y fuego a muchos combatientes y también a población civil inocente.
[3] EGP: Ejército Guerrillero de los Pobres y ORPA: Organización del Pueblo en Armas.
[4] El PRA participa por primera vez en las elecciones de marzo de 1979, coaligado en el Frente Nacional de Oposición, formado también por la Democracia Cristiana Guatemalteca –DCG– y el Frente Unido de la Revolución Democrática –FURD– El candidato era Efraín Rios Montt.