El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pidió este viernes «venganza» contra el expresidente estadounidense Donald Trump y publicó una fotografía en Twitter en la que parece sugerir un bombardeo contra el exmandatario elaborado por la agencia de noticias Tasnim.
«La venganza es inevitable. El asesino de Soleimani y el que ordenó el asesinato de Soleimani deben sufrir la venganza», afirmó a través de su cuenta en la red social junto a una fotografía de un hombre parecido a Trump jugando al golf bajo la sombra de un avión o un dron.
«Si bien los zapatos de Soleimani son más honrados que los de su asesino, cometieron un error y debe haber venganza», manifestó, antes de agregar que Trump debe saber que «puede haber venganza en cualquier momento posible».
Jamenei ha reiterado así que Irán responderá por la muerte de Qasem Soleimani, entonces jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, en un bombardeo ejecutado por Estados Unidos en enero de 2020 en el aeropuerto de la capital de Irak, Bagdad.
‘Lista negra’
El Ministerio de Exteriores de Irán anunció el martes la entrada en su ‘lista negra’ de varios altos funcionarios del antiguo Gobierno de Estados Unidos, entre ellos Trump, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el ex secretario de Defensa Mark Esper, entre otros, por su participación en «actos terroristas» cometidos contra el país y los ciudadanos iraníes.
- La Fiscalía de Irán emitió en junio de 2020 una orden de arresto contra Trump por su papel en el ataque, en el que también murió Abú Mahdi al Muhandis, entonces ‘número dos’ de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) –una coalición de milicias progubernamentales iraquíes apoyadas por Irán–.
Respuesta de EE. UU.
Washington argumentó que llevó a cabo el ataque «para proteger al personal estadounidense en el extranjero», a raíz de las protestas contra su Embajada en Bagdad en protesta por otro bombardeo en el que murieron 25 miembros de las FMP, ataque ejecutado en respuesta a la muerte de un contratista estadounidense en un ataque con proyectiles contra una base militar situada cerca de Kirkuk.
El bombardeo en el que murieron Soleimani y Al Muhandis provocó un drástico aumento de las tensiones bilaterales y llevó a Irán días más tarde a atacar varias bases militares también en Irak, mientras que el Parlamento iraquí aprobó una moción exigiendo la retirada de las tropas estadounidenses del país.