Independencia de Cataluña aplazada; se busca negociación

Barcelona, España | AFP |

El presidente regional catalán Carles Puigdemont suspendió este martes la declaración de independencia de Cataluña para intentar negociarla con el gobierno español, en un esperado discurso en el parlamento regional que mantuvo en vilo a España.

Estos son los principales puntos de su discurso, y de la declaración de independencia firmada y suspendida:

– DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA APLAZADA

«Llegados a este momento histórico, y como presidente de la Generalitat, asumo al presentarles los resultados del referéndum ante todos ustedes el mandato de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de República (…) Y con la misma solemnidad, el gobierno y yo mismo proponemos que el parlamento suspenda los efectos de la declaración de independencia con tal de que en las próximas semanas emprendamos un diálogo sin el cual no es posible llegar a una solución acordada».

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Los catalanes independentistas, que esperaban la declaración de independencia unilateral, se mostraron sorprendidos por el caminos que tomaron las autoridades en medio de gran presión del gobierno español y la comunidad europea.

«A la Unión Europea, le pido que se implique a fondo y que vele por los valores fundacionales de la Unión (…) Hoy, el gobierno de Cataluña hace un gesto de responsabilidad y generosidad y vuelve a extender la mano al diálogo».

– CATALUÑA ES UN ASUNTO EUROPEO

«Vivimos un momento excepcional, de dimensión histórica. Sus consecuencias y efectos van mucho más allá de nuestro país y se ha hecho evidente que, lejos de ser un asunto doméstico e interno, como a menudo hemos tenido que escuchar de quienes han abandonado su responsabilidad al no querer conocer lo que estaba ocurriendo, Cataluña es un asunto europeo».

– «NECESIDAD IMPERIOSA DE DESESCALAR»

«De mi comparecencia no esperen amenazas, ni chantajes, ni insultos. El momento es suficientemente serio para que todos asumamos la parte de responsabilidad que nos corresponde en la necesidad imperiosa de desescalar la tensión y no contribuir, ni con la palabra ni con el gesto, a incrementarla».

– «NO ES UNA OBSESIÓN»

«Lo que expondré hoy no es una decisión personal, ni una obsesión de nadie: es el resultado del 1 de octubre, de la voluntad del gobierno que presido de haber mantenido su compromiso de convocar, organizar y celebrar el referéndum de autodeterminación».

– MINIMIZA LA DECISIÓN DE LAS EMPRESAS DE IRSE

«Como presidente de Cataluña, soy muy consciente de que en estos momentos hay mucha gente preocupada, angustiada, e incluso asustada por lo que está pasando y por lo que puede pasar. Gente de todas las ideas y tendencias. La violencia gratuita y la decisión de algunas empresas de trasladar su sede social, una decisión, permítanme decirlo, más de relato para los mercados que no de efectos reales en nuestra economía».

– PERSECUCIÓN POLICIAL Y JUDICIAL

«La respuesta a todas estas iniciativas ha sido una negativa radical y absoluta, combinada con la persecución policial y judicial de las autoridades catalanas (…) Esa ha sido la respuesta del Estado español a las demandas catalanas, que siempre se expresaron de forma pacífica».

– «NO SOMOS DELINCUENTES»

«No somos unos delincuentes, ni unos locos, ni unos golpistas, ni unos abducidos: somos gente normal que pide poder votar y que ha estado dispuesta a todo el diálogo que fuera necesario para realizarlo de manera acordada. No tenemos nada contra España y los españoles».

– «HAY DEMOCRACIA MÁS ALLÁ DE LA CONSTITUCIÓN»

«La Constitución es un marco democrático, pero es igualmente cierto que hay democracia más allá de la Constitución».

– DECLARACIÓN ESCRITA DE INDEPENDENCIA

Posteriormente, Puigdemont y miembros de su gobierno y de su mayoría parlamentaria firmaron un documento de declaración formal de independencia, titulado «Declaración de los representantes de Cataluña».

En su parte dispositiva, el documento dice: «nosotros, representantes democráticos del pueblo de Cataluña, en el libre ejercicio del derecho de autodeterminación, y de acuerdo con el mandato recibido de la ciudadanía de Cataluña, constituimos la República catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social».

Igualmente, dispone la «entrada en vigor» de la llamada ley de transitoriedad jurídica, que fija los primeros pasos de esa República, inicia «el proceso constituyente, democrático, de base ciudadana, transversal, participativo y vinculante», y afirma «la voluntad de abrir negociaciones con el Estado español, sin condiciones previas» y «en pie de igualdad».

Por último, añade, «instamos al Gobierno de la Generalitat a adoptar las medidas necesarias para hacer posible la plena efectividad de esta Declaración de independencia y de las previsiones de la Ley de transitoriedad».