HRW pide al Congreso de Guatemala rechazar una ley que estigmatizaría a los transexuales

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido este lunes al Congreso de Guatemala que rechace un proyecto de ley impulsado por un grupo de diputados que estigmatizaría a las personas transgénero y restringiría los derechos de los niños y, en su lugar, reclamó «abordar la violencia y la discriminación» a las que se enfrentan los LGTBI en el país.

HRW denunció que la iniciativa 5940 emplea la retórica de proteger a niños y adolescentes de «trastornos de la identidad de género» para justificar una medida «evidentemente discriminatoria» que prohibiría difundir información sobre identidad transgénero en los programas de educación sexual de las escuelas.

El proyecto también exigiría a los medios de comunicación que identifiquen a los programas con contenido transgénero –que el proyecto asimila a pornografía– como contenido que «no se recomienda» para menores de 18 años.

Los 21 diputados de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología aprobaron por unanimidad el proyecto en diciembre de 2021. Está previsto que el proyecto ahora sea tratado por el pleno del Congreso, donde quedará sujeto a tres debates legislativos y a una votación definitiva antes de convertirse en ley.

La ONG, que ha apuntado a que la violencia contra los LGTBI es «común» en el país centroamericano, ha lamentado que el proyecto de ley «contraviene de manera flagrante los estándares internacionales de Derechos Humanos y los datos científicos».

La Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero, un organismo profesional multidisciplinario que promueve una atención basada en evidencias, la educación e investigaciones en relación con la salud transgénero, ha señalado que la diversidad en la identidad de género «es un fenómeno humano común y culturalmente diverso que no debe ser juzgado como inherentemente patológico o negativo».

La nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que entró en vigencia en enero de 2022, elimina al «transexualismo» y al «trastorno de identidad de género» como «trastornos mentales».

HRW ha incidido en que la iniciativa podría agudizar los prejuicios y esteoreotipos que suelen propiciar la violencia contra el colectivo. La Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala ha informado de que entre el 30 de diciembre y el 2 de enero dos mujeres transgénero y un hombre gay fueron asesinados en ataques distintos. Estos hechos se suman a un 2021 cruento para las personas LGTBI en Guatemala, en el que las personas transgénero estuvieron en situación «particularmente vulnerable».

Erosionar más la edudación sexual

Según la ONG, la iniciativa 5940 también seguiría erosionando la educación sexual integral en Guatemala, que ya tiene carácter «regresivo». Un informe de 2017 del Instituto Guttmacher concluyó que muchos profesores que brindan educación sexual no cuentan con tiempo, recursos ni formación suficientes, sobre todo en métodos anticonceptivos, VIH y enfermedades de transmisión sexual y violencia.

El instituto también concluyó que los profesores transmiten mensajes contradictorios sobre sexualidad, que incluyen el mensaje dañino y estigmatizante de que las relaciones sexuales son peligrosas y deben evitarse antes del matrimonio.

«No transmitir a los estudiantes información adecuada para la edad y basada en datos científicos con respecto a género y sexualidad, incluida la información pertinente para su educación salud sexual y reproductiva, y prohibir que los profesores brinden orientación y materiales de aprendizaje sobre estos temas constituye una violación del derecho de los estudiantes al acceso a información», recordó HRW.

«La iniciativa 5940 no tiene fundamento científico y estigmatiza a las personas transgénero como un colectivo que corrompe y perjudica la niñez», ha resumido el investigador sobre derechos de personas LGTBI Cristian González Cabrera, que ha insistido en que «los legisladores deberían promover la tolerancia en vez de degradar a una minoría vulnerable, considerando los altos niveles de violencia contra las personas trans que se observan en Guatemala».

«También deberían reivindicar el derecho de niños, niñas y adolescentes a una educación integral en sexualidad, que puede proteger la salud, promover la tolerancia y ayudar a prevenir la violencia de género, incluso contra minorías de género y sexuales«, ha remachado.