Guatemala reclama anulación de subasta de piezas arqueológicas mayas en París

Otros cinco países latinoamericanos piden lo mismo y demandan que se suspendan las pujas

Las autoridades de Guatemala, por medio de su embajada en Francia, ha expresado formalmente que se anule la subasta de piezas mayas precolombinas que se viene realizando desde el pasado 28 de enero en París y pide que se suspendan las pujas que están pendientes de realización.

Además de la protestas y solicitud de Guatemala, los organizadores han recibido peticiones similares de Ecuador, México, Panamá y República Dominicana han expresado su «enérgico rechazo» por la subasta de objetos precolombinos en París y han pedido la suspensión de varias pujas previstas para los próximos días.

Ya el 28 de enero, se subastaron varias piezas y hay varias pujas pendientes para este miércoles, el próximo viernes y el 18 de febrero. «Hacemos un llamado público a que se detengan estas transacciones», han reclamado las embajadas en Francia de los seis países firmantes.

Consideran que este tipo de subastas «fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional», al tiempo que incentivan excavaciones ilegales y reducen las piezas a «simples objetos de decoración de particulares».

Entre las piezas identificadas plenamente se encuentran varias que son de origen maya, sin que se haya registrado su salida legal del país.

Estas son algunas de las piezas mayas que están por ser subastadas en París.

Consideran, además, que perjudican la cooperación entre estados y «la integridad de las culturas». «Dan pie a un mercado de falsificaciones», han sentenciado los firmantes, que están dispuestos a defender sus reclamaciones por distintos canales.

Este jarrón corresponde al período clásico temprano maya y también aparece entre las piezas que serán subastadas.

Así, dentro de una «diplomacia activa», han planteado la posibilidad de defender el patrimonio «por la vía jurídica», de forma bilateral con las autoridades francesas y, en el ámbito multilateral, en el marco de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Los seis países han aprovechado también para exhortar a los particulares con bienes culturales a devolverlos «a su lugar de origen» para que sigan siendo estudiados «en su contexto», como «elementos de la memoria viva de los pueblos».

(Con información de DPA)