Guatemala descarta nuevos cierres por pandemia de Covid-19 para proteger economía

Guatemala descartó este jueves aplicar nuevos cierres para contener la pandemia del nuevo coronavirus ante el impacto que ello tiene en la economía, dijo el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, un día después de anunciar el inicio de la segunda ola de contagios.

Giammattei señaló en un mensaje televisado que la economía local no es capaz de enfrentar nuevos cierres como los aplicados desde marzo hasta principios de octubre, con limitaciónes a la movilidad entre provincias y toques de queda, entre otras restricciones.

«Nuestra economía no soportaría un segundo cierre. No podemos ni debemos cerrar el país (…). Paso a paso, la economía se está reactivando y muchos se están enfocando en emprender, generar empleos, salir adelante», declaró Giammattei, un médico de 64 años.

El miércoles, el mandatario anunció que el país centroamericano estaba experimentado un segundo ciclo de contagios del coronavirus y acusó del aumento a las personas «que han relajado sus medidas sanitarias».

El Ministerio de Salud contabilizó el miércoles 834 nuevos casos y 25 muertos por la nueva enfermedad, un aumento considerable en los reportes diarios de la última semana.

Hasta este jueves, Guatemala, con cerca de 17 millones de habitantes, suma 96,480 contagios de covid-19 con 3,347 muertos, una letalidad del 3.5%.

Le puede interesar:

«Aunque la circunstancia es difícil, nuestra elección es la recuperación económica«, puntualizó Giammattei, él mismo recién recuperado de covid-19.

Guatemala inició a finales de junio la reactivación gradual de las actividades económicas y desde principios de octubre las medidas son más flexibles tras finalizar el estado de calamidad.

El pasado 18 de septiembre Guatemala reabrió las fronteras y desde el 1 de octubre finalizó el toque de queda, que era aplicado principalmente de la noche a la madrugada, aunque algunos veces se aplicó las 24 horas. 

La gestión de la pandemia por Giammattei ha sido criticada tras denuncias de carencias en los hospitales y falta de pago al personal sanitario que atiende la crisis, entre otros reproches.