Grecia elige a su primera mujer presidenta de la República

La magistrada Ekaterini Sakellaropoulou, de 63 años, fue elegida el miércoles presidenta de la República por una amplia mayoría y se convirtió en la primera mujer en la historia de Grecia en acceder a este cargo, esencialmente honorífico.

La actual presidenta del Consejo de Estado, el principal tribunal griego para los casos contencioso-administrativos, fue elegida en la primera vuelta de las elecciones, a instancias del primer ministro Kyriakos Mitsotakis, por 261 votos a favor sobre un total de 300 diputados.

«Ekaterini Sakellaropoulou es elegida presidenta de la República», declaró el presidente del parlamento, Costas Tassoulas.

Esta experimentada magistrada, especialista en derecho medioambiental, jurará el cargo el 13 de marzo, el mismo día en que finalice el mandato de su predecesor, el conservador Prokopis Pavlopoulos.

Ekaterini Sakellaropoulou es la candidata de la «unidad» y del «progreso». Así fue presentada por el jefe del gobierno conservador, que la eligió para este cargo porque su figura trasciende las divisiones partidistas tradicionales.

Al recibir más de los 200 votos exigidos por la Constitución griega, la nueva presidenta fue elegida para un periodo de cinco años renovable por los diputados del partido conservador en el poder Nueva Democracia, Syriza, el partido de izquierda del exprimer ministro Alexis Tsipras, y del movimiento de centroizquierda Kinal.

Apenas apareció su nombre entre los candidatos, el 15 de enero, por boca de Mitsotakis, la candidata obtuvo de inmediato el consenso general en una sociedad muy patriarcal, que se sitúa por detrás de algunos países europeos en materia de paridad. Sin ir más lejos, el primer ministro que la propuso para el cargo fue criticado porque sólo nombro dos mujeres ministras en su gobierno.

En Grecia, donde una de cada cinco mujeres está desempleada, Sakellaropoulou ya abrió camino cuando se convirtió en la primera mujer en dirigir en octubre de 2018 el tribunal admnistrativo más importante del país durante el gobierno del primer ministro de la época, Alexis Tsipras.

Valores progresistas

«Siempre ha trabajo con firmeza en favor de la justicia, la protección de los derechos individuales y la neutralidad religiosa del Estado. Su elección recompensará los valores progresistas que defendió como juez», elogió Alexis Tsipras, ahora líder de la oposición de izquierda.

Graduada en derecho constitucional y derecho medioambiental en Atenas y París, esta jueza defendió los derechos de los refugiados, las minorías y las libertades civiles. Pero se destacó sobre todo en los casos de protección del medioambiente, en los que siempre se preocupó por preservar las inversiones en una Grecia golpeada por una década de crisis.

La magistrada sí fue criticada por haber defendido un polémico proyecto de inversión de una empresa minera canadiense en el norte del país. Sin militancia política conocida, esta feminista, divorciada y madre de un niño, pasa así de ocupar las más importantes funciones judiciales a situarse a la cabeza del Estado.

El jefe de Estado y de las fuerzas armadas tiene en Grecia funciones más bien simbólicas. Según la Constitución, puede declarar una guerra, pero siempre bajo la supervisión del gobierno.

«Este nombramiento es un logro significativo y estratégico que abrirá nuevas perspectivas para el futuro», consideró el editorialista Elias Maglinis en el diario conservador Kathimerini.