Expresidente hondureño Hernández, «culpable» en juicio por narcotráfico en EEUU

  • El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández corre peligro de ser condenado a cadena perpetua

Voz de América

El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue declarado culpable este viernes de conspirar con narcotraficantes y utilizar sus fuerzas militares y policiales para facilitar el ingreso de toneladas de cocaína a Estados Unidos.

El jurado dio su veredicto en un tribunal federal al cabo de un juicio de dos semanas que se ha observado estrechamente en su país natal. Hernández, de 55 años, se enfrenta a la posibilidad de cadena perpetua; el juez de distrito estadounidense Kevin Castel determinará su sentencia en una fecha posterior.

Tras conocerse el veredicto, el canciller hondureño, Enrique Reina publicó en X la frase «iustitiae factum est» (Se ha hecho justicia, en latín), y el presidente del Congreso del país latinoamericano, Luis Redondo, el mensaje «Justicia para HondurasS», en aparente referencia a la decisión judicial.

Durante su presidencia, de 2014 a 2022, Honduras recibió más de 50 millones de dólares en asistencia antinarcóticos de Estados Unidos, y decenas de millones de dólares en ayuda militar y de seguridad.

Pero el Departamento de Justicia estadounidense dijo que abusó de su poder para dirigir el país como un «narcoestado», aceptando millones de dólares en sobornos de traficantes para proteger sus cargamentos de cocaína con destino a la nación norteamericana.

Hernández fue detenido y extraditado a Estados Unidos en abril de 2022, tres meses después de dejar el cargo. Se había declarado inocente de los cargos de conspiración para el tráfico de drogas y posesión de armas.

En el juicio celebrado en un tribunal federal de Manhattan, varios traficantes condenados testificaron que habían sobornado al exmandatario.

Hernández aseguró en sus declaraciones ante el tribunal que casi todos los partidos políticos en Honduras recibían dinero del narco, pero negó haber cobrado sobornos él mismo.

Destacó que había visitado la Casa Blanca y en reuniones con presidentes estadounidenses se presentaba como un campeón en la lucha contra el narco que colaboraba para detener el envío de drogas al país del norte. Aseguró que en una ocasión el FBI le advirtió que un cartel quería asesinarlo.

También dijo que sus acusadores solo querían obtener condenas mitigadas. “Tienen motivos para mentir y son mentirosos profesionales”, sostuvo.

Pero los fiscales se mofaron de su intento de presentarse como el único político honesto en Honduras.

En su alegato de cierre el miércoles, el fiscal Jacob Gutwillig dijo que el corrupto Hernández “allanó una supercarretera para el envío de cocaína a Estados Unidos”.

El abogado defensor Renato Stabile dijo que su cliente “ha sido acusado falsamente” y pidió su absolución.

Entre los testigos hubo traficantes que confesaron su responsabilidad en decenas de asesinatos y dijeron que Hernández era un protector entusiasta de algunos de los traficantes de cocaína más poderosos del mundo, como el tristemente célebre mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, que purga cadena perpetua en Estados Unidos.

Hernández, que vistió traje durante el juicio, se mostró imperturbable al declarar por intermedio de un intérprete. Respondió “no, señor”, cuando le preguntaron si pagaba sobornos o prometía proteger a los traficantes cuando Estados Unidos pedía su extradición.

Su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, un exlegislador en Honduras, fue también condenado en Nueva York por su propio papel en el tráfico de drogas.

EEUU dispuesto a todo

Tras conocerse el veredicto del jurado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió una declaración en la que su líder, el secretario Merrick Garland dijo que Washington ha recibido con preocupación el alcance de Hernández en relación con el narcotráfico.

“Como lo demuestra la condena de hoy, el Departamento de Justicia está trastocando todo el ecosistema de redes de narcotráfico que dañan al pueblo estadounidense, sin importar qué tan lejos o cuán alto debamos llegar”, dijo Garland, quien lamentó que debido a la impunidad de los narcotraficantes tanto Honduras como EEUU se vieron obligados “a sufrir las consecuencias”.

«Este caso debería enviar un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley ni fuera de nuestro alcance», sentenció Anne Milgram de la Agencia de Control Antidrogas (DEA), citada en un comunicado.

Aunque Hernández hizo gala constantemente de su estrategia antidrogas y se mostró como un fiel aliado de Washington en la región, señala la parte fiscal, “al mismo tiempo, protegió y enriqueció a los narcotraficantes de su círculo íntimo y a quienes le proporcionaron sobornos alimentados con cocaína que le permitieron obtener y mantenerse en el poder en Honduras”.

Tony Hernández, hermano del expresidente y Geovanny Fuentes Ramírez, Juan Carlos Bonilla Valladares recibieron condenas de cadena perpetua. Juan Carlos Bonilla Valladares, alias El Tigre, ex jefe de policía del país centroamericano, y Mauricio Hernández Pineda, también miembro del cuerpo policial se declararon culpables del delito de narcotráfico y sus sentencias estás previstas para los meses venideros.

[Con la colaboración de Luis Felipe Rojas, periodista de la VOA en Miami, e información de AP y Reuters]