Esposa de Pedro Castillo y sus hijos se asilan en la embajada de México en Lima

  • El canciller mexicano lo confirma y reitera que siguen considerando que el gobernante peruano fue destituido por medio de un golpe blando»

CIUDAD DE MÉXICO/LIMA – México confirmó que ha dado asilo político a la familia del destituido presidente peruano Pedro Castillo, quienes ya se encuentran bajo protección de la embajada mexicana en Lima, a la espera de un salvoconducto que se ha solicitado, aunque se ignora sí les será autorizado.

El El canciller de México, Marcelo Ebrard,confirmó, sin precisar el número de asilados, y retieró que lo sucedido en Perú fue un «golpe blando». M´pexico sigue reconociendo a Castillo como presidente de ese país.

“Ya están en la embajada”, afirmó durante la conferencia matutina presidencial. “Ahora se está negociando el salvoconducto” para salir de Perú si así lo desean, agregó sin ofrecer más detalles sobre quiénes y cuántos eran los familiares acogidos. Castillo está casado y tiene dos hijos.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se manifestó la víspera a favor de que se realicen elecciones anticipadas en Perú para alcanzar una salida a la crisis que enfrenta el país y que ha dejado más de una veintena de muertos.

México ofreció desde el primer momento asilo a Castillo, actualmente detenido e investigado por los presuntos delitos de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.

Los comentarios del gobierno mexicano, que calificó la destitución de Castillo de “golpe blando” y lo sigue considerando presidente, tensaron las relaciones entre ambos países.

La cancillería de Perú anunció el 15 de diciembre que llamó a consultas a sus embajadores en México, Argentina, Bolivia y Colombia por lo que consideró una “intromisión en los asuntos internos” de ese país.

Los cuatro países firmaron un comunicado conjunto en el que decían que Castillo había sido víctima de “hostigamiento” político desde que asumió el poder el año pasado y exhortaron al país andino a “abstenerse de revertir la voluntad popular expresada” en las urnas.