ENFOQUE: Vasos comunicantes, o… dime con quien andas

Gonzalo Marroquín Godoy

 Como las noticias diarias nos agobian, a veces queda poco tiempo para la reflexión y el análisis. Sin embargo, uno de estos días, haciendo un poco de ejercicio matutino, me puse a repasar mentalmente algunos de los casos de corrupción que han sonado, y al pensar en los nombres de los personajes más sonados, pude darme cuenta de algo sumamente interesante: ¡existen “vasos comunicantes” entre ellos…!

Eso explica muchas cosas, pero sobre todo, responde a aquel refrán popular que reza: …dime con quien andas, y te diré quién eres.

Para reflexión: ¿será tan solo casualidad las relaciones o nexos entre personajes señalados por corrupción?

Lo primero que vino a mi mente fue esa “trinca” que han formado el presidente Jimmy Morales, el alcalde Álvaro Arzú y un buen número de diputados. Hasta ese punto, parece una alianza natural y podría pensarse que la coyuntura los unió para defenderse mutuamente. Sin embargo, al seguir líneas o casos diferentes –pero siempre en torno a la corrupción–, aparecen amigos, conocidos, amigotes, tapaderas y aliados que paran el pelo o, en el mejor de los casos, son de aquellos ex funcionarios o personajes que caminaban con “cuello blanco”, al menos hasta que la CICIG y el MP los presentaron al desnudo ante la sociedad.

Veamos primero al presidente Morales. Primero su mayor aliado es el alcalde Arzú. Curioso, pero a los dos se les acusa del mismo delito: Financiamiento electoral ilícito. Al mandatario, que se presenta como buenote y comprometido en la lucha contra la corrupción –sin la CICIG y mucho menos con Iván Velásquez, por supuesto–, le aparece cada espécimen a su alrededor: El diputado y ex asesor suyo, Herber Melgar Padilla, así como su hermano, el general y prófugo Erick Melgar Padilla –a quien por cierto, él mismo ascendió a ese rango militar–. Por supuesto hay más, el coronel retirado y también prófugo de la justicia Edgar Ovalle. Ah, y tiene una no muy larga pero si sólida relación con el magnate de la tele, Ángel Gonzalez. Hay muchos más, pero son quizás de menor monta que los mencionados, aunque no son pocos los que están siendo denunciados.

En el caso de Arzú, como tiene más tiempo activo en la política, pues las colas le aparecen como si fuera una “Caja de Pandora”. Byron Lima es el vínculo que le ha colocado en la posición en que hoy se encuentra, pero el caso Transurbano le ha mostrado su lado “verde” a la UNE, es decir, que fue una especie de “asociado” de su tocayo Colom y de la entonces Primera Dama, Sandra Torres.

Por lo visto nunca perdió el gusto de estar cerca de Casa Presidencial, aunque sea por medio de negocios y alianzas. Con Lima, su relación viene desde su época presidencial y todo parece indicar que había más de un secreto entre ambos y por eso su “noble compromiso” para comprarle cosas a su cooperativa –con dinero de siMuni, claro está–, así como darle empleo a la pareja y suegra del entonces reo, convicto por el caso Gerardi. –¿Será que sabía algo?–

El mejor aliado de Arzú es y ha sido Ángel González, un siniestro personaje que siempre queda bien con los gobernantes de turno, a quienes –eso sí– les saca hasta la manera de andar.

Aunque no son “compinches” propiamente, uno y otro tienen buenos aliados en el sistema de justicia. Hay que recordar que los magistrados llegan muchas veces como parte del esfuerzo de la clase política por controlar la justicia y mantener la impunidad, algo que hasta ahora logran con bastante eficiencia, aunque la CICIG y el MP contrarrestan con algunos juzgadores independientes y honestos.

Si se revisara lo que sucedió con las privatizaciones allá por los años 1998-2000, se vería una serie de vasos comunicantes entre los negocios que se hacían y las fortunas que surgieron, pero eso es difícil de probar a estas alturas. Eso si, muchos han permanecido unidos y cercanos al jefe edil, aferrado al cargo en buena medida para mantener la inmunidad.

Tampoco es coincidencia que Arzú Jr. sea ahora el presidente del Congreso. Se trata de aglutinar bien las fuerzas parlamentarias y que mejor entonces que tomar el control del Legislativo.

A los dos les gusta rodearse de militares que, como se está comprobando una y otra vez, muchos de ellos actúan en la sombra y con vínculos hasta tenebrosos, pero son útiles.

Pero esos vasos comunicantes funcionan. Que suerte para Arzú que su antejuicio haya ido a parar a una Sala en donde una magistrada es nada menos que esposa del secretario de Comunicación Social de la Presidencia. ¿Casualidad?.

No lo es tanto, porque el andamiaje que se ha ido creando desde tiempo atrás para mantener la impunidad, funciona. Por eso, la lucha contra estas estructuras que se forman debe continuar.