En Vietnam, una nueva camada de cineastas ya no tiene miedo a la censura

Silenciosos durante mucho tiempo ante temas considerados tabú, los jóvenes cineastas de Vietnam hablan ahora de sexo, violencia o relaciones LGBT en sus películas, poniendo a prueba la vigilante censura del pomposo régimen comunista.

Estrenada en Vietnam en diciembre pasado, la película «Chi Chi Em Em» («Hermana, hermana») ha cosechado gran éxito en las salas antes de concurrir al Festival Internacional de cine de Busan, que se abrió el miércoles en Corea del Sur.

Es el tipo de película que apenas cinco años atrás no hubiera superado la censura por sus escenas de sexo entre mujeres y una historia compleja en torno al adulterio, dicen directores y críticos de cine.

«Cuando hablaba del guión, mucha gente me decía: ‘No pierdas el tiempo, lo van a cortar'», cuenta a la AFP la directora vietnamita-estadounidense Kathy Uyen, de 39 años.

«Pero quiero contar historias audaces sobre las mujeres modernas que son fuertes, originales y apasionadas», agrega. «No quiero que me frene el miedo».

Contenido ideológico

Las directivas gubernamentales estipulan que las películas vietnamitas tienen que presentar un «contenido ideológico» para pasar el filtro de la censura.

  • La pornografía, la violencia y la hostilidad al Estado no se permiten.

La comisión de censura suele recibir críticas por excederse en sus atribuciones. El año pasado, el reputado director Phan Dang Di declaró a la prensa oficial que el procedimiento de aprobación era una «tortura». Otros han reconocido que se han autocensurado para evitar agotadoras idas y vueltas.

El miedo a la censura, junto a la creencia de que los espectadores prefieren las comedias románticas fáciles, explica la reticencia de los cineastas del país a lanzarse por la vía de la experimentación, dice el crítico de cine Le Hong Lam. Pero una nueva generación está cambiando las cosas y seduciendo al público.

Nuevas temáticas

«Estos últimos años y en particular en los dos últimos, la temática de las películas vietnamitas ha cambiado», dice en referencia a «Hai Phuong» («Furia», 2018) de Le Van Kiet, la historia de una mujer que adopta métodos de gángster cuando traficantes secuestran a su hija.

https://youtu.be/SXiWz0yLLdE

«Esto muestra que el público vietnamita está abierto a nuevas temáticas y que no viene al cine solo para divertirse. Quiere películas que le hagan pensar», explica.

Para Tran Hien Vy, joven diplomada de 21 años de la Ciudad Ho Chi Minh (antigua Saigón), los cineastas – y los censores – al osar alejarse de los temas tradicionales atraen a un público más joven cansado del cine nacional y que prefiere películas surcoreanas o de Hollywood.

«El estilo conservador no nos atrae para pasar nuestro tiempo y gastar nuestro dinero en el cine», dice esta joven.

Según Lam, «Rom» (2019), una historia de niños de la calle que venden lotería en Ciudad Ho Chi Minh para sobrevivir, ha supuesto un antes y un después.

Premiada en Busan el año pasado, la película recibió una multa después del festival por haber sido proyectada sin autorización y tardó meses en superar las trabas de la censura, mientras crecía la polémica en la prensa y en las redes sociales.

«Pienso que luego de esto (…) la comisión de censura en Vietnam ha empezado a cambiar para adaptarse a los gustos modernos y dejar de cortar por capricho», dice Lam.

El director de «Rom», Tran Thanh Huy, de 30 años, está convencido de que soplan «nuevos vientos» pese a que una sola película no va a cambiar las cosas.

«Son necesarias muchas voces, muchas películas para generar un cambio real. Entonces podríamos pedir a las autoridades de la censura que sean más abiertas», asegura.

La versión de «Rom» que presentó en Busan tenía un fin «abierto a las interpretaciones» pero la censura le obligó a poner un final más feliz en el país.

No obstante, la película recaudó dos millones de dólares en la primera semana de exhibición en Vietnam, lo que no hace más que animar a los partidarios de una «narración más audaz», dice.

Para su directora, «Chi Chi Em Em» muestra también avances. «Cuando la enviamos a la comisión de censura, solo me pidieron que cortara una escena de amor en torno al 30% y suprimir dos o tres palabrotas».

Su película muestra cosas de «cada día en nuestras vidas», dice. «No creo haber mostrado nada chocante pero en Vietnam es nuevo».