El último intento de Rousseff por regresar al poder

El juicio político que se le sigue a Dilma Rousseff desde hace meses llegará a su fin durante las siguientes horas. En una maratónica audiencia, este lunes la suspendida mandataria se ha defendido de las acusaciones que muchos senadores le han hecho. Se la acusa de cometer maquillar los fondos públicos (o alterarlos) sin autorización del Congreso.

«Siempre he creído en la democracia. Jamás atentaría contra ella», dijo la aún mandataria, quien en volvió a mencionar el “Golpe de Estado” que la oposición le habría propinado desde hace meses.  Uno a uno los senadores le han cuestionado sobre las supuestas anomalías en las que habría mientras fungía como mandataria.

«Lo que está en juego en el juicio político no sólo es mi mandato. Es el respeto a las urnas, a la voluntad del pueblo y la Constitución. Lo que están en juego son los logros de los últimos 13 años: los ingresos de la población, los más pobres y la clase media. Está en juego la estabilidad», dijo Rousseff. La funcionaria, apartada de sus funciones temporalmente, intentó convencer a una buena parte del senado para no apoye su destitución. A cambio ella convocaría a nuevas elecciones y así resolvería por la vía democrática esta crisis política que su país vive.

La mandataria, sin nombrar a sus detractores, criticó a quienes tomaron el poder en mayo: «La verdad es que el resultado de las elecciones de 2014 fue un duro golpe para los sectores de la élite brasileña conservadora. Como es típico de las élites autoritarias, querían el poder a cualquier precio”, dijo.

*Con información de Infobae y El País