El príncipe Guillermo insta a británicos e irlandeses a dejar atrás su “agitado pasado”

El príncipe Guillermo hizo un llamado el miércoles para que el Reino Unido e Irlanda pasen página de su agitado pasado común, en el segundo día de una visita oficial a Irlanda.

«Hacemos bien al seguir recordando a quienes sufrieron las consecuencias de nuestro agitado pasado», declaró el príncipe, segundo en la línea de sucesión al trono británico, en alusión a la lucha por la independencia de Irlanda.

«Pero, aunque se cometieron muchas equivocaciones, es importante que no sigamos atados a ellas», agregó, en el marco de una visita de tres días junto a su esposa, Catalina.

Toda Irlanda estuvo bajo dominio británico hasta la sangrienta guerra de independencia que terminó en 1921 con la división de la isla, cuyo norte continúa siendo una provincia del Reino Unido. 

Esta partición también desembocó, en la segunda mitad del siglo XX, a tres décadas sangrientas de los llamados «Troubles» de Irlanda del Norte: los republicanos, mayoritariamente católicos y partidarios de la reunificación de Irlanda, se opusieron a los leales protestantes, defensores del mantenimiento del dominio de la corona británica. Un conflicto que dejó 3,500 muertos y que se saldó con un acuerdo de paz firmado en 1998.

El discurso del príncipe Guillermo se hacía eco del pronunciado por su abuela, Isabel II, durante su histórica visita a Irlanda en 2011. La soberana lanzó un llamado a la reconciliación durante ese viaje, el primero de un monarca británico al país desde que se formó la República de Irlanda. 

Anteriormente, las visitas de la familia real eran algo imposible a causa de la amenaza que representaban grupos como el IRA (Ejército Republicano Irlandés), una formación paramilitar opuesta a la presencia británica y defensora de la unificación de la isla. 

«Recuerdo haber visto los ‘Troubles’ mientras crecía, que afectaron tanto a las personas en el Reino Unido y en Irlanda», señaló Guillermo, cuyo tío bisabuelo, Louis Mountbatten, murió en 1979 por el estallido de una bomba colocada por el IRA en su barco. 

La visita de Guillermo y Catalina tiene lugar en un momento sin precedentes en la vida política irlandesa.

En un país hasta ahora dominado por dos grandes formaciones centristas, el partido republicano Sinn Fein, exbrazo político del IRA y defensor de la reunificación con Irlanda del Norte, logró un avance histórico en las elecciones legislativas irlandesas, convirtiéndose en la segunda formación del país.

Si logra formar gobierno, promete un referéndum sobre la unificación de la isla en un plazo de cinco años. Pero sin mayoría y sin acuerdo de coalición, el país está sin un nuevo gobierno.