El líder de los republicanos, Paul Ryan, dejará de defender a Trump

El multimillonario que aspira a presidir la Casa Blanca ya no será defendido campaña por el máximo líder republicano, Paul Ryan. Al menos no durante los siguientes treinta días que restan de la carrera presidencial. La fisura en el partido conservador parece ser irreparable.

Ryan es el presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, y por tanto es quien defiende los intereses de los republicanos en el Congreso. Es fiel a su partido y uno de los más influyentes. Su percepción hacia Trump cambió en las últimas 72 horas, y aunque no le ha retirado por completo el apoyo, luego de que se difundiera un video donde él candidato emite comentarios machistas hacia las mujeres, deja evidencia la tensa relación entre ambos.

En el debate de ayer ante Clinton, el magnate preveía que su imagen podía mejorar. No le fue tan mal como pensaba, pero lo que sí parece inevitable es el cisma que se preveía en su contra. Muchos de su partido llegaron a lamentar sus declaraciones calificadas como denigrantes y lamentables. Ryan dijo a sus partidarios que él se concentraría en proteger a la mayoría republicana. Una fuente de la agrupación política dijo a The New York Times que su líder les dijo que se debían concentrar en sus propias campañas de reelección y que tomaran decisiones individuales respecto al apoyo a Trump.

Es un hecho, el Partido Republicano enfrenta claras divisiones sobre su candidato presidencial. Varios de sus miembros influyentes como John McCain, Ros-Lehtinen y el exgobernador Arnold Schwarzenegger optaron por declinar su apoyo. Todos valoran tanto a su agrupación que prefieren abstenerse o votar por temor a que se pierda la mayoría de representantes en el Legislativo, lo cual sería un duro golpe para la agrupación que ha hecho oposición en la administración de Barack Obama.