El helicóptero, el medio preferido por Kobe Bryant y la élite de Los Ángeles

Policía, bomberos, canales de noticias y turistas: helicópteros transitan sin parar por el cielo de Los Ángeles, pero solo una pequeña élite se puede dar el lujo de usarlos diariamente… entre ellos se contaba Kobe Bryant.

El costoso, pero muy rápido medio de transporte, es una opción reservada para un puñado de hombres de negocios y celebridades, incluida la leyenda del básquet, que lo usaba para evitar el horrible tránsito de la metrópoli californiana.

«Rentar una máquina como esa [el Sikorsky S-76 de Bryant] cuesta alrededor de 4,000 dólares la hora, el piloto gana al menos 100,000 dólares al año», dijo a la AFP Philippe Lesourd, un piloto de helicóptero e instructor que ha volado en este estado por 29 años.

«No está al alcance de cualquiera».

Además de Bryant, otras celebridades usan con regularidad este medio de transporte, como la familia Kardashian, añadió Lesourd, así como empresarios que prefieren esta opción «unas cinco o seis veces más rápida que ir por la calle con tránsito».

Bryant comenzó a usar helicópteros privados hacia 2006.

Después de dejar a sus hijas en la escuela en auto por la mañana, volaba unos 65 km al norte hasta el estadio de los Lakers en el centro de Los Ángeles para entrenar, y volvía a Newport Beach a tiempo para recogerlas.

El viaje duraba solo 15 minutos en helicóptero, en comparación con las dos horas que tardaba en coche en las horas pico.

Después de retirarse en 2016, el titán del baloncesto, con una fortuna valorada en 600 millones de dólares, continuó alquilando helicópteros y pilotos para sus viajes.

Estaba en su nave regular el domingo por la mañana cuando se estrelló en una colina cerca de Los Ángeles.

Otras ocho personas murieron, incluida su hija de 13 años, a quien Kobe acompañaba a un partido de baloncesto en el que ella debía jugar.

«Inestable»

Las causas del desastre aún no fueron determinadas, pero la ciudad estaba ese día cubierta por una espesa niebla.

«Debió decirse ‘Vámonos en el auto’, o haberse detenido en algún lugar y esperar un par de horas a que la niebla se disipara», dijo Lesourd, que cree que la explicación más probable es que el piloto sufriera una «desorientación espacial» al perder visual del suelo al entrar en las nubes.

«Un helicóptero es inestable, no es como un coche o un avión. Constantemente hay que controlar activamente su altitud», dijo. «Cuando estás en las nubes, tu cerebro no reconoce qué es arriba y qué es abajo».

El piloto de Bryant tenía con seguridad mucha experiencia, porque los helicópteros que transportan pasajeros individuales «a pedido» requieren permisos estrictos, como los de las aerolíneas, para operar.

Estos pilotos de «taxis aéreos» –de los cuales una minoría vuela helicópteros– tienen que someterse a un entrenamiento regular y a controles de detección de drogas, añadió Lesourd.

California es el estado estadounidense con mayor número de accidentes de helicópteros, con 177 registrados entre 2007 y 2016, según estadísticas oficiales.

Los helicópteros eran en promedio más seguros que los aviones en Estados Unidos, con una tasa de mortalidad de 0.82 por cada 100,000 horas de vuelo, incluyendo 55 muertes en 24 accidentes el año pasado.

Pero según las cifras de un grupo estadounidense de seguridad de helicópteros, los vuelos privados tienen el peor desempeño de cualquier sector.

En la última década, sólo representaron 3% del total de horas de vuelo, pero 26% de los accidentes mortales.