El Eintracht toca el cielo de Sevilla y se proclama campeón de la UEFA

  • Los alemanes, verdugos del Barça, vencen al Rangers en los penaltis
  • Policía tiene que intervenir para dispersar a violentos hinchas de ambos clubes que pelearon en las calles

El Eintracht se proclamó campeón de la Europa League después de vencer al Rangers (1-1 y 5-4) en la tanda de penaltis y de alargar su idilio con España en esta temporada en la que han eliminado a Betis y Barcelona, completando su hazaña al conquistar el título en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el templo de esta competición.

En casa del club más laureado en la Europa League, el Eintracht se alzó campeón pero tuvo que sufrir de lo lindo y esperar hasta la medianoche para conocer sus designios. Los pupilos de Oliver Glasner fueron de menos a más, supieron enderezar el partido a tiempo, y definieron en los penaltis con una gran parada de Kevin Trapp.

El portero del Eintracht fue clave minutos antes, en la prórroga, al evitar un gol cantado de Kent en un remate a bocajarro. Ya en la tanda se erigió en el héroe que habían anunciado los minutos finales de partido. Y eso que la noche había empezado más que bien para los escoceses, con ganas de acabar con la sequía patria en Europa.

Desde 1983 no gana un club de Escocia un título del ‘Viejo Continente’ y así será una temporada más. Aribo fue el más activo en el combinado de Gio van Bronckhorst y pronto puso en apuros a la zaga germana; Lundstram también estuvo cerca con un cabezazo que se fue alto. Los alemanes, más tímidos de lo habitual, fueron creciendo poco a poco.

Knauff dio guerra al principio y también el incansable Kostic, que fue vital en el engranaje de los alemanes. Pero no fue hasta que marcó el Rangers que despertó la eficacia del Eintracht. Aribo adelantó a los azules tras aprovechar un resbalón de Tutta; y Santos Borré igualó la contienda demostrando su instinto de goleador.

El ex del Villarreal metió la puntera entre los centrales e hizo estallar un Pizjuán que comenzaba a vislumbrar la prórroga. Ni Tavernier ni Kent -ya en la prolongación- pudieron cambiar un 1-1 que desniveló la tanda de penaltis y esa parada de Trapp al gafado Ramsey. El título viaja a Frankfurt, el segundo en su historia europea tras la UEFA de 1980.

–ESTADIO: Ramón Sánchez-Pizjuán. 38.842 espectadores.

Disturbios en las calles entre aficionados de ambos clubes

La Policía Nacional ha debido intervenir en dos ocasiones para sofocar enfrentamientos entre un grupo de seguidores del Eintracht que agredía a simpatizantes del Glasgow en la avenida de Menéndez Pelayo, según han informado fuentes policiales, con motivo de la final de la Europa League que se celebra esta noche en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Según tales fuentes, una nutrida comitiva de hinchas del Eintracht de Frankfurt caminaba por la avenida de Menéndez Pelayo cuando, al llegar a la confluencia de dicha vía con el puente de San Bernardo, se habrían cruzado con un grupo de escoceses del Glasgow Rangers, momento en el cual habría comenzado un «conato» de pelea, con el lanzamiento de diversos objetos y mobiliario.

Pese a los momentos de tensión, la Policía intervino impidiendo que la situación llegase a más, sin ser necesarias detenciones, según la Policía Nacional, que en una actuación previa detuvo a cinco hinchas del Eintracht a los que imputa desórdenes públicos por disturbios y agresiones ocurridos la pasada noche en el centro de la ciudad hispalense.

Los citados hechos previos, según la Policía Nacional, acontecieron sobre las 00,00 horas de la pasada noche, cuando se produjo una pelea multitudinaria frente a la Catedral de Sevilla.

Los efectivos de las Unidades de Intervención Policial que estaban ubicados en la Plaza de San Francisco tuvieron que intervenir de manera rápida para disolver este incidente provocado por un grupo de 200 hinchas del Eintracht de Frankfurt, que estaban agrediendo a seguidores del Glasgow Rangers.

Al observar la rápida llegada de las unidades de la Policía Nacional, los hinchas alemanes salieron huyendo en dirección al Paseo Colón, golpeando en la huida a los seguidores del Glasgow Rangers y enfrentándose a los agentes policiales que intentaban evitar la agresión de los seguidores escoceses, siendo en este momento cuando empezaron a lanzar vidrios, bengalas y mesas contra los agentes de la policía nacional.

Al llegar a unos 100 metros de los bares situados en el Paseo de Colón y la calle Adriano, la Policía había dispuesto líneas de contención con sus vehículos, consiguiendo neutralizar de esta forma el incidente, disparando algunas salvas y arrestando a cinco de los alemanes.