El caso de la periodista Irma Alicia Velásquez y la dictadura de Daniel Ortega

  • Las autoridades de Nicaragua impidieron su ingreso; se aborrece la libertad de prensa

La antropóloga y periodista guatemalteca Irma Alicia Velásquez se sumó a la lista de activistas, opositores y periodistas a quienes se les ha negado el ingreso a Nicaragua, según denunció en una amplia columna publicada en eñPeriódico, donde escribe regularmente.

Velásquez informó en la columna de opinión titulada «Pisar las puertas de la dictadura Ortega Murillo» que fue retenida por horas en el aeropuerto internacional Augusto C. Sandino, en Managua, el domingo 24 de julio.

En el texto indicó que desde mayo compró un boleto y llenó todos los requisitos migratorios sin recibir notificación alguna de parte del gobierno del presidente Daniel Ortega sobre eventual prohibición o restricción para ingresar a Managua.

“Así que partí confiada el pasado 24 de julio, sin embargo, al llegar al aeropuerto, la misma aerolínea en la que viajé me pidió identificarme y al hacerlo inmediatamente me entregaron a un agente del gobierno vestido de civil”, afirmó.

La antropóloga y periodista contó que el agente le pidió sus documentos de identificación y sin razón o justificación alguna los retuvo. Luego fue trasladada a otro lugar.

“Yo supe que mi integridad y mi vida estaban en peligro. Si mi ingreso no quedaba registrado a través del sistema de migración, ¿quién podía dar fe de que fui retenida? El gobierno de ese país podría argumentar de que nunca ingresé y sencillamente desaparecerme y yo podía terminar en una de las cárceles en donde se están apagando valiosas vidas”, manifestó la periodista.

Pese a que hizo preguntas a las autoridades presentes no obtuvo respuestas: “Lo único que el agente me dijo fue que nunca debí viajar a este país”, recordó.

“¿Por qué esperaron hasta que yo llegará al aeropuerto para detenerme frente a los demás pasajeros? En parte la respuesta es que, por un lado, se buscaba humillarme públicamente como si yo fuera una delincuente que podía ser arrestada por mi trabajo relacionado con los derechos humanos y los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas que he mantenido dentro y fuera de mi país”, aseguró.

Una práctica cada vez más común

Según organizaciones de periodistas, en los últimos meses el gobierno de Ortega ha reforzado esta práctica en Nicaragua, incluido a sus mismos ciudadanos, como fue el caso de Tifani Roberts, de la cadena Univision.

Roberts pretendía visitar a su familia en Managua el 11 de junio, sin embargo la aerolínea Avianca le notificó que las autoridades del gobierno de Nicaragua no autorizaron su ingreso al país.

“Por qué las autoridades de Nicaragua usan a la aerolínea como agentes de migración? No tienen el valor de dejar evidencia de lo que hacen porque saben que es una flagrante violación a los derechos humanos”, cuestionó la reportera en su cuenta de Twitter.

A un grupo de periodistas cubanos también se les negó el ingreso a Managua a inicios de enero, cuando intentaban realizar una cobertura en el país centroamericano.

“Me comienzan a decir que Nicaragua es soberana y que no tiene por qué darme explicaciones, pero cuando empezamos a grabar se pusieron como fieras. Yo me sentí como si estuviera en el Aeropuerto Internacional José Martí, de Cuba”, expresó a la Voz de América en su momento el periodista Camilo Loret, quien fue uno de los afectados.

El relator especial para la libertad de expresión de la CIDH, Pedro Vaca, afirmó recientemente que en Nicaragua se ha perseguido al periodismo independiente por medio de discursos estigmatizantes, pero también por medio del uso de la fuerza.

“Cuando hablamos de ‘terroristas comunicacionales’, de ‘terroristas pandémicos’, de etiquetas como ‘agentes difusores de malignidades y falsedades’, ‘lenguas fingidas’, ‘infames mentirosos y calumniadores’, ‘seres de maldad que obedecen a intereses extranjeros’, pues esta es la forma en que las máximas autoridades nicaragüenses se refieren al trabajo de los periodistas”, dijo Vaca.

El gobierno del presidente Ortega ha insistido en que los periodistas independientes mienten, al referirse a la crisis política que vive el país desde el año 2018.