Diana Chavarría: CORAJE FEMENINO EN DOS RUEDAS

Desde muy pequeña, Diana Chavarría veía pasar las motos cuando hacía viajes familia-res. “Mi mente no paraba cuando sobre la carretera las veía pasar. Siempre me imaginé subida en una moto y ejerciendo este deporte, que por costumbre ha sido tomado en cuenta solo por hombres”.
Diana compró su primera moto, con la que se propuso reccorrer todo el país, hasta que, sin sentir, cruzó fronteras, llegando a toda Centroamérica y varios lugares de México, siendo el Distrito Federal el más lejano. Hoy, es una de las únicas dos mujeres guatemaltecas que practican motovelocidad. Mientras otros deportistas guatemaltecos compiten por una medalla en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, Diana sigue preparándose para cada competencia que la vida le presenta en la pista de carreras.
En uno de los tantos viajes a El Salvador, acompañé a una amiga a una de las carreras celebradas en ese país. Probé la pista y me encantó. A los dos meses vendí mi carro y muchas cosas más, para poderme hacer de todo el equipo necesario y mejoras en la moto; fue así que tuve mi primera carrera, en la cual participé sin saber absolutamente nada de carreras ni de reglas, y me llevé el tercer lugar. La pasión puede llegar a cambiar las costumbres, como aquella de que solo los hombres pueden llegar a ser pilotos de motos, ya que las mujeres también podemos serlo. Le confieso que mi pasión por las motos fue tal, que nunca me detuve a pensar que yo era la única mujer sobre la pista de carrera, afirma.

Sus logros sobre la pista
Su recorrido en la pista de carreras la ha hecho merecedora de varias preseas. En la primera carrera, en El Salvador, llegué a quedar en el tercer lugar; fue algo emocionante, ya que no sabía absolutamente nada, profesionalmente hablando. Seguir participando me ha hecho volver a ganar lugares importantes, como el primer lugar en la tercera carrera que hice. También obtuve un subcampeonato a nivel centroamericano, donde me incorporé formalmente en las carreras, cuenta.
A nivel Iberoamericano compitió en Cancún, donde más de 200 corredores participaron, ocupando el octavo lugar. También ocupó un sexto lugar a nivel Latinoamericano. Esta fue mi primera carrera de alto nivel, solo con pilotos profesionales, avalados por la Federación Internacional de Motovelocidad (FIMLA).

Movida por la pasión
La adrenalina que Diana siente sobre las dos ruedas es lo que le da sentido a la pasión que experimenta en cada competencia. Se ha sentido sorprendida por haber llegado tan lejos, con un deporte que le nació en el corazón hace ya muchos años. Esta actividad me mantiene en equilibrio, me tranquiliza, me da una inexplicable libertad, y no quiero dejar de sentir esto, confiesa.
Diana se describe como una persona apasionada, que gusta de lo extremo y original, algo que logra a la perfección haciendo motovelocidad. Cuenta que, entre semana, es una chica como cualquier otra, que tiene que laborar para tratar de cumplir sus sueños y metas en el deporte.

 

Marcela Marroquín Cabrera
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