Cuidado con los recargos de las tarjetas de crédito

Actualmente, todo tipo de empresas promueve y entrega tarjetas de crédito en alianza con las firmas emisoras, incluso, sin que los futuros tarjetahabientes las hayan solicitado.
Debido a que estas compañías aseguran que los intereses que cobrarán son bajos (de 2.5 a 4 por ciento), no siempre dicen que esta tasa es mensual y sobre saldos, aparte de que en los casos en que se requiere firmar un contrato, solo lo mencionan en un tamaño de letra muy pequeño, por lo que la gente no se percata de que está aceptando el pago de recargos interminables. Presentamos los más comunes:

Cargos por transferencias de saldo: Es una comisión de 5 a 10 por ciento sobre el saldo total que el emisor acepta asumir por deudas anteriores del tarjetahabiente.

Cuotas anuales: Cargo fijo que va de Q30 mensuales o Q600 anuales solo por el “derecho” de uso de la tarjeta durante 12 meses.

Multas por retrasos en el pago: Es una penalización por “mora” que se va incrementando a diario.

Cobro por tarjeta secundaria: Si usted solicita una tarjeta extra para su cónyuge, hijos u otros, con seguridad verá en su próximo estado de cuenta un porcentaje o cantidad extra.

Tasas por transacción en el extranjero: Aunque las tarjetas de crédito internacionales se supone que son precisamente para poder pagar con ellas en otro país, es posible que agreguen una exacción fija o porcentual en dólares o euros.

Pago por copia del estado de cuenta: Algunas empresas cobran entre Q5 y Q15 por imprimir cada estado de cuenta, por lo que es mejor solicitar una clave para accesar a los datos por internet.

Recargo por anticipos de efectivo: Si usted retira Q1000 de un ATM autorizado, con seguridad le cobrarán por lo menos Q50 por la transacción.

Intereses bonificables, no bonificables y bonificados: Aunque ninguna firma emisora explica en qué consisten estos cargos, los cobran puntualmente cada mes.