Crisis del grano: ¿Qué pasa con el café guatemalteco?

El cambio climático, la caída de los precios a nivel internacional, las plagas y los diversos conflictos internos en el país están causando momentos difíciles para la producción de café, uno de los principales productos de la economía nacional, desde 1850, que genera más de 500 mil empleos directos; sin embargo, las manifestaciones y pronunciamientos del sector denotan la crisis en la caficultura y la reducción en la cosecha.


El sector cafetero constituye una de las principales actividades productivas de la economía guatemalteca, no solo a nivel nacional, sino también como producto de exportación, pues esta bebida guatemalteca se consume a nivel mundial y compite en ventas con otros países líderes como Brasil o Colombia, a pesar de las adversidades.

Según cifras de la Asociación Nacional del Café (Anacafé), representa ingresos para las familias de más de 125 mil productores, en su mayoría pequeños agricultores, debido a que el corte del café sigue siendo una importante fuente de trabajo en el área rural.

Sin embargo, a diferencia de años anteriores, en que la roya había sido una de las principales dificultades, y que en la actualidad todavía es parte del problema, hoy en día se producen otras dificultades que han sido denunciadas en los distintos medios de comunicación; que van desde la caída de precios en el extranjero, la falta de financiamiento para el inicio de la nueva cosecha y divergencias con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).

A pesar de esta problemática, el consumo local de café se ha incrementado en los últimos cuatro años, según Evelio Alvarado, gerente general de Anacafé, quien señala que algunas tiendas de café que antes tenían entre cuatro o cinco sucursales, hoy cuentan con 45 o 60 locales.

Reducción en la cosecha 2015-2016

A raíz de la incidencia de la roya, la producción de café nacional llegó a 3.9 millones de quintales en esta cosecha, lo cual equivale a unos US$700 millones en divisas, una reducción de 100 mil sacos, ocasionada también por falta de financiamiento para renovar esas plantaciones dañadas y los bajos precios internacionales del grano.

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Cifras de Anacafé estiman que la roya afecta a un 65 % del parque cafetero, mientras que los precios de las exportaciones bajaron hasta en US$120 el quintal, un comportamiento que fluctúa por la demanda internacional. Además, señalan que la producción se agrava también por falta de financiamiento, específicamente porque no han recibido un desembolso de Q30 millones, contemplados en el Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Nación del año actual.

Enfrentamientos con la SAT

Esta crisis cafetera también ha provocado manifestaciones y protestas de autoridades del sector, por considerar que algunas medidas judiciales están afectando las actividades de algunas empresas caficultoras, lo cual desincentiva la inversión en el país, al igual que en otros pilares de la economía.

Por ese motivo, un grupo de caficultores marcharon por las principales calles de la ciudad capital, en donde pidieron un alto a la persecución contra los exportadores de café, ante supuestas implicaciones en malas prácticas de devolución del crédito fiscal.

Aducen que los procesos realizados por la SAT no son los correctos y están poniendo en peligro la comercialización del producto y la venta de sus cosechas.

Esto obedece, según denuncias, a que, desde mayo, el ente recaudador inició una serie de intervenciones por orden judicial, en empresas con adeudos tributarios, como  exportadores de café y cardamomo. Se mencionan casos que acumulan cerca de Q5 millardos, en investigaciones por devolución del crédito fiscal al sector. Los productores señalan que con las medidas judiciales preventivas se intervienen los recursos de las empresas, lo que afecta las operaciones.

Por su parte, el jefe de la SAT, Juan Francisco Solórzano Foppa, al recibir a los manifestantes les comunicó que no desean paralizar ninguna actividad económica, pero que dichas denuncias están siendo investigadas por el Ministerio Público (MP).

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Estas muestras de rechazo han generado la implementación de una mesa técnica para analizar las demandas de los cafetaleros, mientras que Anacafé solicita que se haga uso de los mecanismos que establece la ley para garantizar los intereses del Estado, pero, sin paralizar las operaciones de las empresas que se dedican a la compra y comercialización del café durante la cosecha.

Aducen que con lo anterior, los compradores locales podrán continuar con sus actividades, mientras se tramitan los procedimientos respectivos; como un mensaje para los compradores internacionales no busquen a otros proveedores.

Otra de las demandas del sector es que se establezca que los productores de café  que utilicen facturas especiales, se fije una tasa de contribución del ISR, no mayor al 3 % de los ingresos brutos percibidos sobre el valor de la venta del producto.pag-12-f01-archivo4-1024x705

 

Ocho regiones cafetaleras

Durante el siglo XX y la primera década del siglo XXI, Guatemala fue el país centroamericano con la mayor producción de café. Actualmente es el décimo productor a nivel mundial.

Los principales productos son café verde, café tostado y bebidas de café, representando 4 % del PIB guatemalteco.

Existen ocho regiones cafetaleras en el país, la primera de ellas Acatenango Valley, donde los caficultores han cultivado el grano bajo densa sombra, a una altitud de hasta 2.000 msnm.

La segunda, Antigua Coffee, una región que se caracteriza por ser un suelo volcánico y rico en minerales, con poca humedad, mucho sol y noches frías. Este valle está rodeado por los tres volcanes de Agua, Fuego y Acatenango.

La tercera región es la llamada Tradicional Atitlán, uno de los terrenos más ricos en materia orgánica del país.

Cobán es otro lugar muy importante en la producción del café nacional, caracterizado por su humedad, clima templado, lluvioso y frío casi todo el año. Es denominado como la región de Rainforest Cobán.

En la región metropolitana se ha desarrollado el cultivo del café, en la zona de Fraijanes.

Highland Huehue (Altos de Huehue) es otra región que se caracteriza por sus altos terrenos montañosos que penetran en las montañas provenientes de las planicies de Tehuantepec en México. Sus cultivos alcanzan hasta los 2.000 metros de altura.

New Oriente (entre el sur de Izabal, Chiquimula, norte de Zacapa, norte de Jutiapa y parte de El Progreso) se ha convertido en una unidad productora de café.

La octava región cafetalera es Volcanic San Marcos. La más cálida y la que tiene el régimen pluvial más alto, alcanzando los 5.000 m.