“Concejo de la comuna capitalina no delibera, fiscaliza y controla”

Conversatorio con Aldo Bonilla, concejal noveno de  la Municipalidad de Guatemala.

No existen pesos y contrapesos en la Municipalidad capitalina, no hay planes concretos sobre lo que se debe hacer para resolver los problemas de los vecinos y por ello la alcaldía camina por inercia, dice el concejal noveno, quien además critica la falta de transparencia en la ejecución del presupuesto municipal y en la toma de decisiones acerca de los destinos de la ciudad.


Debby Ríos / Crónica


¿Cómo está conformado el Concejo Municipal; es decir, cuántos concejales son de oposición y cuántos son oficialistas?

Hay 10 concejales, el alcalde y dos síndicos; son 14 votos y de oposición son tres concejales. Al final son 11 contra tres y eso es más que una aplanadora. Pero esa no es la esencia, la Municipalidad de Guatemala camina por inercia, el Concejo Municipal es un ente superior al alcalde, deliberativo de fiscalización y control, pero eso no se hace.

¿Eso cómo beneficia al alcalde  Álvaro Arzú?

Lo beneficia porque no hay discusión. De hecho, es triste que cuando hay oposición, uno o tres votos, simplemente se toma nota, se acepta el voto razonado y se va aprobando lo agendado.

¿Cómo afecta la resolución de los graves problemas de la ciudad?

Perjudica porque no hay discusión. Acaba de inaugurarse un paso a desnivel en la Guardia de Honor, pero nunca se discutió. El problema es que no existe la discusión de la problemática y, peor aún, no existe la planificación. Estamos caminando hacia ningún lado porque no se hace lo que se debe hacer y como oposición lo único que recibo son burlas.

¿Cuál es la situación que se vive en las reuniones del Concejo? ¿Cuál es la dinámica para tomar las decisiones?

Las decisiones no se toman en el Concejo, al Concejo solo se llega a levantar la mano, en reuniones que en promedio duran 30 minutos. Otra cosa es que la información de las licitaciones a veces nos llega una semana antes, con más de 500 folios que hay que analizar, no da tiempo de analizarlo todo. Por ejemplo, el acta de lo que se va ver hoy —22 de junio— me llegó anoche. ¿Cómo puedo yo analizarlo?

¿Cómo ve que una parte del presupuesto se ejecute a través de fideicomisos?

El señor alcalde ya dijo públicamente que él tiene un software que le permite tomar decisiones muy rápidamente acerca del uso de los fideicomisos. Cada vez que yo pregunto sobre el tema de fideicomisos utilizan falacias y la más común es: Por qué se preocupa por dos fideicomisos si el Gobierno de la República tiene más de 100. No importa cuántos tiene el Gobierno, mi responsabilidad es fiscalizar los de la comuna, la Contraloría no profundiza en los temas del fideicomiso. Al final, los fideicomisos son la esencia misma del manejo financiero de la municipalidad.

¿Cuáles han sido los principales retos con respecto al acceso a la información?

No he tenido retos, el alcalde ha autorizado que yo reciba toda la información que pido. Lo interesante es que la información que recibimos es lo que no sirve, no es el proceso de dar información, sino los contenidos de esa información. Yo pido la planificación que se tiene establecida para el basurero de la zona 3 y me dan una hoja con cinco viñetas.

¿Cuánto cobran en concepto de dietas por cada reunión del Concejo?

Q1 mil 200. Son dos reuniones ordinarias a la semana, ocho al mes, parejo para todos, no se les paga si no llegan. El único que tiene salario del Concejo es el alcalde, y creo que los síndicos, no sé cuánto ganan, pero la mayoría de los 11 tienen un empleo en la Municipalidad, son asalariados.

¿Hay otras dietas, además de las que se pagan por asistir a las reuniones del Concejo?

Hay dos comisiones, yo tengo el privilegio de ser el único que no participa en nada, que son de concejales miembros de las juntas directivas de la Empresa Municipal de Agua y de la Empresa Municipal de Transporte; entonces, aparte de recibir las dietas por asistir a las reuniones de concejo, reciben dietas por asistir a las sesiones de las juntas directivas de las empresas municipales de las cuales son miembros.

¿Cuáles son los problemas de la ciudad que siguen sin resolverse?

Lamentablemente son los mismos, pero tienen una característica adicional, están  exacerbados. El agua hoy, en la ciudad de Guatemala, es un privilegio peligroso, el agua tiene heces fecales, por eso es que el tema de saneamiento  y agua van juntos. En Guatemala no tenemos un manto freático limpio. Aunado a la escasez de agua, ahora tenemos los mantos freáticos contaminados con heces fecales, ese es uno de los principales problemas, las tuberías deberían de haberse reparado hace mucho, hay riesgo de perforaciones en cuatro puntos, por falta de atención a los colectores, como sucedió con la zona 6 y con la zona 2.

Su participación se ha caracterizado por sacar a luz algunos problemas de la comuna capitalina. ¿Ha sufrido amenazas por esta razón?

Nadie que diga las cosas como son va a ser bien visto, de hecho, cada vez que yo emito mi opinión el vocero de la municipalidad pide un derecho de respuesta. Amenazas ninguna, obstáculos ninguno, pero mi capacidad es muy limitada por mi tiempo y recursos. Hay muchas batallas que pelear en la Municipalidad, pero si no me enfoco en una, no voy a lograr nada, me he enfocado básicamente en el tratamiento de agua y basura. Pero los temas de tránsito también son importantes, los pasos a desnivel no sirven y lo único que hacen es pasar el tráfico vehicular al siguiente semáforo. El transmetro no está cumpliendo con su función, la idea original era que los vecinos de los municipios dormitorios dejaran sus vehículos y de esa manera aminoraran la carga vehicular.

¿Cuál cree que es la solución?

En Guatemala, la ciudad más importante del sur de México y el Caribe, las decisiones no se están tomando con base en planificaciones. Debemos centrarnos en planificación para definir prioridades y de esta manera avanzar. Guatemala está urgida de vecinos que entiendan su función, el vecino no cumple con su deber ciudadano solamente yendo a votar cada cuatro años, debe fiscalizar a sus autoridades. Hay que empoderar al Concejo y permitirle que haga su trabajo, y hay que cerrar los fideicomisos, que son una herramienta que no agiliza sino oscurece la ejecución presupuestaria.