Cerca de 30 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el Sahel

  • ONU pide «acción inmediata» para abordar situación «crítica» ante la falta de fondos

Alrededor de 30 millones de personas necesitan ayuda humanitaria y protección en la región del Sahel, dos millones más que en 2021, según han alertado este lunes Naciones Unidas y varias ONG, que han destacado «el rápido y grave empeoramiento de la crisis» en esta zona del continente africano.

La subdirectora regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para África occidental, Elvira Pruscini, ha lamentado que «mientras que las necesidades están en cifras récord en el Sahel, los recursos están en mínimos y los costes de la respuesta se disparan, lo que fuerza (al organismo) a dar la mitad de las raciones en muchos países en el Sahel».

«La asistencia vital es esencial y debería estar complementada por intervenciones multianuales de resiliencia para reducir las necesidades humanitarias y allanar el camino hacia soluciones sostenibles al hambre y la desnutrición. Podemos y debemos apoyar los sistemas de protección alimentaria y social nacionales para mitigar inmediatamente esta crisis mientras se apoya a los gobiernos», ha defendido.

En este sentido, el representante regional de Acción contra el Hambre para África occidental y central, Mamadou Diop, ha puntualizado que «entre junio y agosto de 2022, se espera que más de 18,6 millones de personas –el 15 por ciento de la población de la región– experimente inseguridad alimentaria grave, incluidas 2,1 millones de personas en niveles de emergencia».

Por su parte, la directora del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para África occidental y central, Marie-Pierre Poirier, ha apuntado que «en momentos de conflicto, la violencia socava los sistemas de educación y desplaza a las poblaciones». «Como resultado, un gran número de niños quedan sin educación y hacen frente a graves problemas de protección», ha dicho.

Así, ha subrayado que «los ataques contra escuelas están al alza, lo que afecta a estudiantes, profesores y comunidades», antes de añadir que «cerca de 7.900 escuelas están cerradas en el Sahel a causa de la violencia, un aumento del 56 por ciento desde 2021».

«Cuando los niños refugiados y desplazados internos están fuera de la escuela son más vulnerables a la explotación y el abuso», ha manifestado, al tiempo que ha destacado que se ha registrado un incremento de los casos de reclutamiento de niños soldados, muertos y mutilados entre los niños y violencia sexual por parte de miembros de grupos armados y las Fuerzas Armadas».

Poirier ha detallado que también se ha registrado un aumento de los matrimonios infantiles y de los embarazos entre niñas en edad escolar, algo que podría incrementar aún más por «el impacto socioeconómico de la pandemia de coronavirus y el cambio climático».

Por ello, ha hecho hincapié en que «la prevención y las soluciones a largo plazo para la desnutrición infantil requieren mejorar un acceso igualitario a alimentos nutritivos y servicios sanitarios de calidad, facilitar el acceso al agua potable y la higiene, así como promover prácticas apropiadas para el cuidado de niños y jóvenes».

En este sentido, la directora regional para África central y occidental del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Maureen Magee, ha destacado que las necesidades están creciendo por la reducción del espacio humanitario. «A pesar de que las necesidades aumentan continuamente, llegar a la población en zonas afectadas por el conflicto es un desafío debido al aumento de la criminalidad, los secuestros y la violencia», ha argüido.

«La inseguridad y la violencia están privando a las comunidades afectadas de servicios vitales, incluido el acceso a la sanidad, la educación, el agua y la higiene, lo que deriva en un círculo vicioso de vulnerabilidad. Los trabajadores sanitarios están cada vez en más riesgo y han sido secuestrados y asesinados», ha explicado.

El vicepresidente para África occidental de la ONG International Rescue Committee, Modou Diaw, ha sostenido además que «para demasiadas mujeres y niñas que experimentan desplazamiento, la violencia de género es algo diario». «Los matrimonios forzosos e infantiles, la violencia física y sexual y la explotación sexual contribuyen a los miles de personas que se sienten atrapadas e impotentes», ha lamentado.

De esta forma, ha apuntado que estas personas «se ven afectadas de forma principal por normas sociales dañinas y múltiples discriminaciones fundamentadas en la edad y el género, que se ven exacerbadas por la crisis socioeconómica y el conflicto».

Por último, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y sus socios han pedido una «acción inmediata» para abordar esta situación «crítica», ante la falta de fondos para hacer frente a la crisis y dar ayuda a los damnificados.

«Es urgente lograr ayuda humanitaria para los más vulnerables, dado que millones de personas hacen frente a problemas cada día. Sin recursos suficientes, la crisis sólo aumentará, socavando la resiliencia de las comunidades y poniendo a niños, mujeres y hombres en riesgo», ha dicho el jefe de la oficina de la OCHA en África occidental y central, Charles Bernimolin.

«En junio, sólo se ha recibido el 15 por ciento de los 3.800 millones de dólares (alrededor de 3.592 millones de euros) requeridos para apoyar los planes de respuesta humanitaria en Burkina Faso, el norte de Camerún, Chad, Malí, Níger y el noreste de Nigeria. No es suficiente», ha remachado.