CEG: Nos hiere la desigualdad social, el manejo deficiente de los recursos y la rampante corrupción

En una conferencia de prensa, la Junta Directiva de la Conferencia Episcopal de Guatemala informó, que luego de varias reuniones y oraciones, han reflexionado sobre la realidad del país y la participación de la Iglesia Católica en ella.

De acuerdo con Monseñor Gonzalo de Villa, las autoridades son las responsables de construir un país mejor.

«Nos hiere la desigualdad social, el manejo deficiente de los recursos y la rampante corrupción. En la mayoría de nuestro pueblo es evidente el deseo de superación y emprendimiento a pesar de los obstáculos, muchos luchan y se superan encontrando superación en su Fe», dijo el prelado.

El arzobispo también habló sobre la Corte Suprema de Justicia que tuvo que haber sido reemplazado desde hace más de dos años. “Tenemos una Corte Suprema de Justicia que debió haber sido reemplazada, por imperativo constitucional expreso, hace más de dos años. No haberlo hecho constituye una flagrante desidia de quienes debieron haber cumplido con su responsabilidad constitucional».

Sobre el tema de la elección de nuevo Fiscal General, la CEG indicó que “urge acelerar con honestidad la elección de magistrados y jefe del Ministerio Público y cumplir con los plazos para su designación. Urgen legisladores que fortalezcan un sistema de justica que retome leyes olvidadas y exigidas por la Constitución de la República e implemente nuevas leyes necesarias”.

Respecto a la pandemia, las máximas autoridades de la Iglesia Católica indicaron que “ante el derecho humano de acceso a los servicios de Salud, somos testigos de que la pandemia ha agudizado problemas que ya veníamos arrastrando de años anteriores, el olvido de la atención para disminuir la desnutrición infantil, la falta de oportunidades y recursos para incrementar el desarrollo en el área rural, el desempleo, emigración e inmigración nos sitúa en el puesto 129 de 189 países según el índice de desarrollo humano de la ONU haciendo notar que los niveles de trabajo, salud, vivienda y bienestar humano básico son bajísimos para la mayoría”.

Por último, indicaron que en estos momentos decisivos de la historia en Guatemala “estamos llamados como creyentes a cumplir con las enseñanzas de Jesús”.