Caso La Línea, transita por terreno minado y no avanza

La estrategia funciona.  El caso La Línea, el más emblemático dentro de la lucha contra la corrupción, sigue transitando por un terreno lleno de trampas jurídicas que lo retrasan, y el juez Miguel Ángel Gálvez está nuevamente detenido por una nueva recusación presentada por la defensa del presidente Otto Pérez Molina, que le señala parcialidad.

El argumento de la defensa vuelve a ser uno rechazado previamente, el cual se basa en declaraciones del juzgador al matutino Prensa Libre el año anterior.  El juez Gálvez decidirá en audiencia esta mañana si detiene nuevamente el proceso en su fase intermedia para ir a juicio y sube a segunda instancia la solicitud del ex presidente o, por el contrario, la desecha e intenta avanzar de nuevo.

Quienes han seguido de cerca este proceso, que se inicia en 2015, recuerdan que se han interpuesto más de 30 amparos y una cantidad mayor de recursos e impugnaciones, todo lo cual apunta a una estrategia colectiva de los acusados para impedir que el proceso avance y llegue pronto a juicio.

Una fuente cercana a la fiscalía contra la Corrupción aseguró a Crónica que el fin es entorpecer y retardar, sobre todo, ahora que muchos ven un desgaste de la CICIG por su participación como principal defensor de las reformas constitucionales al sector justicia, entrampadas en el Congtreso a causa de la polémica en torno a la justicia indígena.

La Línea, se ha convertido en caso emblemático de todos los relacionados con la corrupción en el Estado durante la administración de Pérez Molina, por haber sido el primero y en donde se involucra además a la ex vicepresidenta, Roxana Baldetti, a dos ex superintendentes de la SAT, y a varios funcionarios del más alto nivel de esa administración.

La estrategia –en apariencia–, pretende que transcurra la mayor parte de 2017 sin la apertura a juicio, con el fin de que se diluya la fuerte carga de malestar ciudadano que se vio desde el momento en que se descubrieron los primeros indicios de la defraudación aduanera por medio de una bien organizada estructura criminal que operaba desde Casa Presidencial.