Canadá interviene en medio de debate en EEUU por la legalidad o ilegalidad para practicar el aborto

  • Autoridades canadienses dicen que mujeres estadounidenses pueden ir a abortar a ese país

Mientras en Estados Unidos cobra fuerza el debate en torno al aborto y el país está pendiente de la disposición que tome el Tribunal Supremo, Canadá interviene para ofrecer a las mujeres estadounidenses que pueda ir a ese país a practicarse el aborto y suspender el embarazo en cualquier etapa.

El Gobierno canadiense ha asegurado que las mujeres estadounidenses que no puedan interrumpir sus embarazos tendrán acceso a esta intervención en Canadá, en pleno debate sobre la potencial anulación de la sentencia de 1973 que autorizó el aborto en Estados Unidos.

La ministra de Familias canadiense, Karina Gould, ha desvelado la disposición de su país a prestar asistencia a todas aquellas mujeres que lo necesiten. «Sí, no veo por qué no», ha respondido durante una entrevista a la televisión pública CBC.

«Si vienen aquí y necesitan acceso, es un servicio que les proveeríamos», ha añadido Gould, después de que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también defendiese el martes «el derecho a elegir» de las mujeres.

Las iglesias y grupos conservadores en Estados Unidos y la mayor parte del mundo se oponen a la aprobación legal al aborto, y reconocen que la vida principia desde el momento de la concepción, lo que significa que la decisión de realizarlo afecta tanto a la madre como al hijo.

El debate sobre este tema deriva de la publicación de un borrador sobre el posicionamiento del Tribunal Supremo, que debate la posible anulación de la sentencia ‘Roe contra Wade’. Si este borrador se hace firme, el acceso al aborto quedaría restringido en Estados Unidos, a merced de medidas estatales.

La polémica ha vuelto a las calles[ hay grupos fuertes de mujeres pro aborto e igual los hay pro vida.

El presidente estadounidense, Joe Biden, figura entre las voces críticas con esta posible anulación y ha abogado por consagrar el derecho al aborto con una ley aprobada en el Congreso, algo que parece imposible con la actual composición parlamentaria.

El presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, ha confirmado la autenticidad del borrador que anula el histórico fallo de ‘Roe vs. Wade’, que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, que se ha filtrado a la opinión pública.

Roberts, que ha subrayado que no se trata de una decisión final, ha ordenado la apertura de una investigación sobre la filtración, y ha indicado que la «traición» pretende «socavar la integridad» del trabajo del tribunal. En un comunicado, ha asegurado que las labores del Supremo «no se verán afectadas de ninguna manera».

El Tribunal Supremo comparte borradores internamente antes de hacerlos públicos, ha destacado su presidente, que ha señalado que se trata de algo «rutinario» y «una parte esencial del trabajo deliberativo confidencial» de la corte, ha recogido la prensa estadounidense.

Por ello, Roberts, que ha resaltado que los empleados de la corte tienen una «tradición ejemplar» de respetar la confidencialidad del proceso judicial, ha lamentado que se trata de una violación «singular y atroz» de esta confianza y una «afrenta al tribunal y los servidores públicos» que allí trabajan.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha votado en privado para anular el histórico fallo de Roe versus Wade, que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973.

En un documento de 98 páginas, escrito por el juez Samuel Alito, la mayoría de miembros del Tribunal Supremo habrían decidido anular el histórico fallo, que establece el derecho constitucional al aborto, lo que podría transformar el panorama de la salud reproductiva de millones de mujeres en Estados Unidos, según un borrador filtrado por ‘Politico’.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha subrayado durante esta jornada que el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo es «fundamental» y ha cuestionado que el Tribunal Supremo pueda anular la sentencia sobre la que se sustenta, en aras tanto de la «justicia básica» como de la «estabilidad» legal.