El presidente Jair Bolsonaro afirmó el martes ante la Asamblea General de la ONU que Brasil «es víctima de una de las más brutales campañas de desinformación sobre la Amazonía y el Pantanal», dos regiones presa de las llamas y la deforestación que provocan alarma mundial.
«La Amazonía brasileña es riquísima. Eso explica el apoyo de instituciones internacionales a esa campaña respaldada por intereses oscuros a la que se unen asociaciones brasileñas, aprovechadoras y antipatrióticas, con el objetivo de perjudicar al gobierno y al propio Brasil», declaró Bolsonaro en un discurso virtual grabado a raíz de la pandemia de coronavirus.
El mandatario ultraderechista atribuyó los incendios a las quemadas, según él tradicionales, realizadas por comunidades locales.
«Los incendios tienen lugar prácticamente en los mismos lugares, en la parte este de la selva donde agricultores locales e indígenas queman sus pequeños cultivos para sobrevivir, en áreas ya desmatadas», aseguró.
Productor de alimentos
«Brasil se destaca como el mayor productor mundial de alimentos. Y por eso hay tanto interés en propagar desinformaciones sobre nuestro medio ambiente», añadió Bolsonaro, partidario de la apertura de las zonas protegidas y de las reservas indígenas a las actividades mineras y agropecuarias.
El área deforestada en la Amazonía brasileña entre enero y agosto fue de 6.086 km2, en baja interanual de apenas 5% respecto a 2019, un año récord, según datos del oficial Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Los focos de incendio en la mayor selva tropical del planeta desde enero hasta el 21 de septiembre sumaban 71.673, un alza de 12% en comparación con 2019.
Y los focos del Pantanal, el mayor humedal de agua dulce del mundo, afectado por la peor sequía en 47 años, totalizaban 16.119, un aumento de 185% respecto al año anterior.
Las reacciones al discurso de Bolsonaro no se hicieron esperar.
«Al arrasar la imagen internacional de Brasil tal como está arrasando nuestros biomas, Bolsonaro demuestra que su patriotismo es de fachada», afirmó Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima.
Según Astrini, Bolsonaro «denunció una colusión inexistente entre las oenegés y las potencias extranjeras contra el país, pero al negar la realidad y sin presentar ningún plan para los problemas que enfrentamos, es Bolsonaro quien amenaza nuestra economía».