Benedicto Lucas, respetado y odiado

El general Benedicto Lucas García, ex jefe del Estado Mayor del Ejército de Guatemala, capturado este miércoles junto a otros 17 ex militares por violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado de finales del siglo pasado, fue un militar respetado por unos y odiado y señalado por muchos.

Para las organizaciones pro derechos humanos y grupos de izquierda, Lucas García fue un “criminal de guerra” que llegó a utilizar el concepto de “tierra arrasada” para doblegar a la guerrilla, y particularmente al Ejército Guerrillero de lo Pobres (EGP), al que golpeó duramente en los departamentos de Quiché y Huehuetenango entre los años 1978 y 1982.

El fue un militar que se especializó en la lucha contrainsurgente, tomando en cuenta que el Ejército enfrentó una guerra de guerrillas a partir de 1960, en un conflicto armado que se prolongó hasta la firma de la paz en diciembre de 1996.

En entrevista publicadas en su momento por la prensa local, Lucas García reconoció que su estrategia contrainsurgencia la basó en su aprendizaje en la academia militar francesa de Saitn Cyr, pero también recibió cursos militares en la Escuela de las Américas de Estados Unidos, así como en Brasil y Chile.  Fue en esa época, uno de los oficiales del Ejército mejor preparados.

DSC_7161

Ello, y el ser hermano del presidente Romeo Lucas García, le permitió llegar al cargo de Jefe del Estado Mayor del Ejército en 1978, cuando diseñó la estrategia que se siguió en la lucha contra los grupos armados rebeldes de entonces, el EGP, la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA), Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), y el grupo más intelectual, el Partido Guatemalteco de los Trabajadores (PGT).  Estos grupos pretendían llegar al poder por medio de las armas.

Benedicto Lucas lazó una fuerte ofensiva contra el EGP en 1981 y obtuvo importantes victorias militares, que impidieron que esa agrupación lograra declarar una parte de los departamentos mencionados como “territorio libre”.

El ex militar, que niega haber participado en acciones en las que se violaron los derechos humanos, ha sido señalado por métodos violentos en los que se afectó a la población civil.  Se sabe que el Ejército de Guatemala, como también la guerrilla, cometieron numerosas masacres, dirigidas contra pueblos que estan favoreciendo a lagunas de las partes involucradas en la guerra.

Si no se hubiera dado el golpe de Estado por parte del general Efraín Ríos Montt el 23 de marzo de 1982, seguramente Benedicto Lucas hubiera sido reconocido dentro de la institución castrense por sus logros.  Aquel movimiento político-militar impidió que eso sucediera, pero se sabe que es uno de los ex militares más reconocidos por su trayectoria.

A ello se debe que las capturas de este día vayan a genera fuertes polémicas entre los sectores más radicales del país.  Los izquierdistas pedirán la condena de Lucas García, mientras que los más conservadores de derecha destacarán sus logros y dirán que con la firma de la paz se acordó una amnistía total para los crímenes “políticos y conexos”, que involucrarían a las acciones militares.

Por tratarse de hechos ocurridos hace más de 35 años, hay varias generaciones de guatemaltecos que desconocen lo sucedido y poco o nada habían escuchado de este militar, ahora retirado en su natal Cobán, en donde fue capturado.

En generaciones de aquel entonces, sigue siendo un personaje odiado o respetado, lo que anticipa que el proceso en su contra pueda ser tan controversial o más que el del propio Ríos Montt, quien es acusado de genocidio contra el pueblo Ixil.