Alza en envío de remesas de nicaragüenses refleja migración y «fuga de cerebros»

  • Las remesas provienen fundamentalmente de Estados Unidos, España y Costa Rica.

Felipe* viajó con toda su familia a Estados Unidos desde hace más de seis meses en busca de oportunidades económicas. En Managua, de donde es originario, los empleos decayeron drásticamente tras las protestas contra el presidente Daniel Ortega en el año 2018.

Desde entonces envía mensualmente dinero para su esposa y su pequeño hijo que se quedaron en Managua y asegura que será algo que hará por años, argumentando que no se atrevería a organizar una entrada irregular de ellos a Estados Unidos. No los arriesgaría, dice, a morir en ese trayecto.

“Prefiero mil veces trabajar extra antes que mandar a traer a mi niño y cruzar el Río Bravo, yo casi escapo de morir asfixiado en un camión donde me transporté para evadir a las autoridades migratorias de México”, dijo el joven a la Voz de América, pero no reveló su apellido por su seguridad.

La persecución a la oposición, la falta de libertades y la situación económica, provoca repudio a Murillo y Ortega, la pareja que gobierna Nicaragua, y son la causa de la migración de nicaragüenses.

La migración en Nicaragua va en aumento a medida en que continúa la crisis en la nación, que se agudizó con las protestas del 2018 contra el gobierno de Daniel Ortega. Datos oficiales como los que proporciona el Banco Central dan fe del deterioro progresivo y sus consecuencias.

Por ejemplo, las remesas, han experimentado un vertiginoso crecimiento durante los últimos años.

En febrero de 2022 se registró el segundo saldo de remesas más alto de su historia económica y es que los migrantes enviaron a sus familiares más de 202 millones de dólares, que representa más del 31 % en relación con febrero del año pasado. La mayoría de las remesas llegan de Estados Unidos.

De esta manera, los ingresos en los primeros dos meses del año sumaron más de 396 millones de dólares, por encima de los 309 millones de dólares en el primer bimestre del 2021.

El economista Marco Aurelio Peña dijo a la Voz de América que aunque estas cifras son macroeconómicamente positivas revelan el desgaste social que viven los nicaragüenses.

“Por una parte la gente puede solventar sus necesidades en el día a día gracias al apoyo de sus familiares, pero por otro lado revela la incompetencia, la nulidad, la incapacidad, de las autoridades económicas y del gobierno de evitar este fenómeno, es decir, de evitar que la gente se vaya porque al final la gente no se va voluntariamente, se va porque se ve obligada a irse porque si no perece de hambre”, dijo el economista a la VOA.

Desde Estados Unidos ingresaron al país 140 millones de dólares solo en febrero, según muestran datos oficiales. Antes de febrero el récord mensual fue diciembre de 2021 cuando ingresaron al país 139 millones 400 mil dólares.

Los nicaragüenses residentes en Estados Unidos se colocan a la cabeza y en dos meses han enviado más de 271 millones de dólares, superior a los más de 186 millones en similar period del 2021.

«A largo plazo fuga de nicaragüenses generará problemas

El economista Maykell Marenco explicó a la Voz de América que tras el aumento de las remesas se esconde un riesgo inminente.

“Esto refleja la dependencia del país a las remesas, en 2017 y 2018 teníamos un 12 % de dependencia a las remesas en relación al Producto Interno Bruto, hoy en día andamos cerca del 20 % de dependencia de las remesas, es decir cada día nos estamos volviendo más dependientes. Los incentivos para que las personas permanezcan en el mercado laboral nicaragüense se reducen cada vez más”, dijo el economista.