Alejandra Marroquín Rey Rosa: GUATEMALA EN LLAMAS

Alejandra Marroquin

Un bolo llama por teléfono y dice: “Perdone ahí es el ministerio de ambiente? Sí, ¿en qué puedo servirle? –le responde–. Mire, por favor mándeme una marimba y 5 putas porque aquí el ambiente esta re pura mierda Jaja”

“La peor perdida que estamos teniendo en Guatemala a nivel ambiental es la pérdida de biodiversidad”.  Escuchando las noticias nacionales, me quede pensando: ¿Qué es lo peor, ambientalmente hablando y qué nos está pasando con los recursos naturales?.

Dentro de todo el despelote político en el que nos tienen sumidos, es difícil –y a veces imposible– que el tema ambiental esté en la mente del ciudadano común y corriente.  Esto es entendible cuando la sobrevivencia básica es la preocupación de la mayor parte de la sociedad.  En un país donde da miedo salir cada día a trabajar es fácil perder de vista los problemas de fondo y largo plazo.

Ambientalmente hablando, vemos pequeñas noticias de todo tipo. Van desde plantaciones de palma africana que están promoviendo el mentado “desarrollo” (casi siempre en pequeños publirreportajes y hasta suplementos dentro de los medios escritos, pagados por minas, mega plantaciones de palma africana, caña de azúcaro o hidroeléctricas), así como notas sobre basura, contaminación de aguas y fuentes hídricas, hasta los problemas sociales que provocan las minas y mega proyectos.  Algunas tienden a ser alarmistas, sobre todo ante el cambio climático.

En efecto, Guatemala por su posición geográfica es lógicamente muy vulnerable ante cambio climático –que provoca el hombre– pero no es esa nuestra tragedia más grande.  Tampoco es la basura, ni el agua, ni la contaminación…

En las últimas semanas, como todos los años, nos han informado sobre los incendios que se prenden por todos lados, desde el basurero o los forestales en los barrancos de la capital, pasando por las faldas del volcán de agua, hasta Peten y la Biosfera Maya.  Todos los años se quema un poco más, o mucho más.

Guatemala es un país chiquito, pero fue riquísimo en recursos y aun hoy, con todo lo que hemos perdido, seguimos teniendo una cantidad de recursos que ni nos imaginamos, pero los seguimos destruyendo.

El país posee una superficie de 108 889 km², no es grande.  Pero la biodiversidad que tenemos no la tienen en Estados Unidos, siendo ese país gigante. O sea, tenemos TANTO que quienes se han aprovechado de nuestros recursos han de ser felices de ver lo brutos que somos y lo ciegos que estamos.  Tristemente, con un pueblo con hambre, todo puede pasar…

La peor perdida que estamos teniendo en Guatemala a nivel ambiental es la pérdida de bi diversidad, el territorio boscoso y con él toda la vida que los mismos guardan.  ¡No solo se queman y pierden bosques y madera, estamos perdiendo, talando vida!.  No se pierden solo bosques, sino también medicinas, alimentos, y recursos de todo tipo que éstos guardan.

Pero no los perdemos únicamente por los incendios.  Hemos venido terminando la vida y la biodiversidad de muchas maneras.

Ya es un chiste hablar de un “Ministerio de Ambiente” en Guate.  Ese ahora está al servicio de los palmeros, mineros, azucareros o todo aquel que necesite hacerse de un permiso ambiental para talar, contaminar o explotar cualquier recurso.  Ahora hacen los tramites rápido y sin problema, dan licencias ligerito, son reeficientes, pero solo para eso, solo para ellos…

No hay autoridades que velen por los recursos naturales.  El Ministerio debía cerrarse, es solo una trinchera más para que estos ladronotes sigan robando. 

Cuando vemos, en Peten, por ejemplo, o incluso acá, cerca de la ciudad, que se cambian bosques y selvas por plantaciones, por potreros, complejos turísticos hoteleros, lotificaciones o se abren carreteras.  Solemos pensar en esos camiones que llevan la madera al aserradero, y da dolor y tristeza esa imagen, pero allí para. Creemos o no pensamos que hay más, mucho más que solo ese árbol que se convertirá en madera. 

Al talar un bosque se pierden recursos que aún no hemos descubierto.  Las medicinas que hoy tomamos en su mayoría, han salido de estos bosques y los científicos siguen buscando otras, allí, dentro de las selvas que, como la nuestra, guardan la vida. Porque todos los bosques son vida, pero hay unos que tienen mucha más que otros.  Ese es nuestro caso, esa nuestra riqueza real y eso es lo que estamos perdiendo sin siquiera ser conscientes de ello.

Así que #GUATEMALADESPIERTA es hora de abrir los ojos y activar.  Aún tenemos mucho que cuidar y defender, también que cambiar.  ¡Es tiempo y es YA!