¿A quién sirve la PNC en El Estor?

La Esquina: Todo el poder del Estado se alinea en contra los grupos de resistencia Q’eqchi’

No se necesitó de mucho tiempo para comprobar que el estado de sitio ordenado por el presidente Alejandro Giammattei en El Estor, Izabal, no tenía otro fin que el de proteger los intereses –y trabajo ilegal– de la la compañía minera implicada en la Trama rusa, uno de los escándalos políticos que nunca fue aclarado correctamente por las autoridades.

El video que circuló en redes sociales, en el que se ve a agentes de la PNC corriendo como perros falderos al lado de los camiones de Mayaníquel, propiedad de consorcios rusos, confirma lo que los vecinos de El Estor, habían denunciado: los trabajo extractivos han continuado, a pesar del mandato dictado por la CC de cesar operaciones.

EL VIDEO EN CUESTIÓN:

Ni solicitudes de las poderosas cámaras del Agro (CAG) y de Industria (CIG), lograron antes una respuesta tan fuerte y eficiente del gobierno ante protestas sociales.

Entre analistas y en las redes sociales, se asegura que el estado de sitio fue en pago por el dinero que Giammattei pudo hacer recibido una noche de abril, cuando un grupo de misteriosos ejecutivos de la cúpula rusa de Mayaníquel lo visitaron en su residencia en la zona 15, con una alfombra como obsequio… llena de dinero, según la versión de uno de los agentes de seguridad que acompañaba al grupo de extranjeros.

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La solicitud original era que, mientras se cumplían de forma manipulada las exigencias de la anterior CC, se les concediera una importante concesión de terreno en las instalaciones de la Portuaria Santo Tomás de Castilla.

Cuando la Trama rusa se destapa por una publicación de elPeriódico, esa negociación se cae, pero no el dinero que llegó en la alfombra.  Mientras en El Estor, los grupos de la comunidad que se oponen a la minera comprobaron que los trabajo de extracción continúan y salieron a protestar en los primeros días de octubre, impidiendo el libre paso a los camiones con minerales extraídos ilegalmente.

Es entonces cuando los rusos solicitan la intervención de las fuerzas de seguridad y se arremete con toda la fuerza –bajo el estado de sitio– en contra de la resistencia Q’eqchi’, con tres objetivos claros: 1: Reprimir la resistencia con el uso de toda la fuerza del Estado (MP-ejército y PNC); 2: Permitir que continúe la extracción; y 3: Preparar el resultado de la supuesta consulta popular que mañosamente organiza el ministerio de Energía y Minas.

La historia de la extracción del níquel en Izabal ha dejado durante décadas una larga huella de asesinatos, represión, abusos y hasta muertes extrañas de estudiantes universitarios.

Hasta la fecha las únicas dos encuestas populares realizadas de manera correcta han dado un No a la minería, razón por la cual, los rusos necesitan debilitar primero la resistencia y luego someter a consulta su aprobación para seguir explotando los recursos de Guatemala prácticamente sin controles por parte de los ministerios de Energía y Medio Ambiente.