A la clase política le importa poco el medio ambiente

Conversatorio con Diana Liverman, codirectora del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Arizona, Estados Unidos.

En el futuro la temperatura se podría incrementar tres o cuatro grados, se elevará el nivel del mar y eso afectará a regiones costeras, habrá problemas de seguridad alimentaria por sequías y esto perjudicará más a naciones en vías de desarrollo como Guatemala, dice la científica que ha integrado el grupo asesor del presidente norteamericano Barack Obama y fue parte de los expertos que conformaron el Panel Intergubernamental de Cambio Climático que recibió el Premio Novel de la Paz, en 2007.


 

Todos hablan hoy en día del cambio climático. ¿Es real su efecto ya?:

Tenemos un cambio climático por las actividades humanas, hay un incremento de la temperatura y eventos naturales más extremos como inundaciones, y es por la polución de carbono en la atmósfera y que atrapa el calor. Todo el mundo sabe ahora que la temperatura se incrementó más de un grado y se pronostica que vamos a experimentar como tres o cuatro grados más eventualmente, y eso es muy serio.

¿Cuáles son las causas?

Hay muchas, pero la más importante es el uso de energías como carbón, petróleo y gas. Pero también la deforestación y el uso de cemento como, por ejemplo, la construcción de edificios con concreto que contiene carbono. Hay también fuentes de contaminación en la gricultura, y es posible que más del 10 por ciento de las emisiones de gas metano la produzcan las vacas de todo el mundo.

¿Cómo nos afecta el cambio climático?

Depende de la región. Pero en Arizona, Estados Unidos y aquí en Guatemala, hay más ondas de calor, más sequías porque con temperaturas más altas hay más evaporación y eso es menos agua. También con el efecto invernadero hay más energía en la atmósfera y eso produce tormentas más fuertes y sequías más intensas. Son cambios extremos en el clima. Con temperaturas más altas tenemos más problemas con enfermedades como malaria, con cultivos y con desastres naturales.

¿Desde hace cuánto y cómo se empezó a manifestar el cambio climático?

Empezó con la revolución industrial. Cuando yo era joven mis profesores pronosticaron el cambio climático, pero no observaron; ahora ya estamos presenciando que el clima está cambiando y, en 25 años, mutamos de pronosticar a observar el cambio climático. Fue desde los años 90 que el mundo empieza a platicar del cambio climático, en esos años se forman algunos grupos internacionales para investigar y hacer políticas. En Tucson, Arizona, y creo que aquí en Guatemala las lluvias empiezan ahora más tarde.

¿Cómo se va a manifestar en el futuro?

Con temperaturas más altas, con la elevación del nivel del mar, posiblemente un metro, y eso es una amenaza para las poblaciones que viven en regiones costeras. Vamos a tener problemas con la seguridad alimentaria; especialmente, en las regiones menos desarrolladas, habrá plagas más dañinas y muchas partes del mundo tendrán problemas con el agua. En todo el mundo los puntos de preocupación son México, América Central y el sureste de Estados Unidos, Australia, Mediterráneo y el sur de África. Todos estos puntos tienen pronósticos de temperaturas más altas y menos precipitaciones de lluvia.

¿Cómo evitarlo?

Hay cambios que no podemos evitar porque los gases de efecto invernadero ya están en la atmósfera y se necesita décadas para que se limpien. Pero de cara al futuro tenemos que cambiar del uso de energía fósil a renovable. Tenemos que proteger las selvas y posiblemente comer menor carne por la contaminación con gases metano que generan las vacas.

¿Qué puede hacer el pueblo guatemalteco para contribuir a frenar el cambio climático?

Guatemala no es una fuente grande de emisiones contaminantes, son Estados Unidos, China y otros. Los guatemaltecos pueden hacer algo para reducir las emisiones, pero lo más importantes aquí es adaptarse a los cambios, prepararse para desastres naturales más severos, reforestar para reducir la temperatura, no construir viviendas en regiones muy vulnerables, cuidar el agua y eso es muy importante. Presionar a los gobiernos para que ayude a la gente a adaptarse a los cambios del clima.

¿En naciones en vías de desarrollo, por qué afecta más?

Porque hay más pobres que son muy vulnerables, porque no tienen recursos económicos para recuperarse de los desastres naturales, no pueden pagar el costo del aire acondicionado, trabajan al aire libre donde experimentan directamente los cambios del clima y los pobres no tienen poder político para exigir políticas públicas a los gobiernos.

¿Por qué a la clase política no le interesa el medio ambiente?

Porque tienen otras prioridades que consideran más importantes, como la economía. Pero lo importante es que el clima afecta a la economía y no saben o quieren saber que existe esa relación. Se preocupan por temas como seguridad alimentaria, salud y agua y elaboran políticas, pero no saben que estos problemas también están relacionados con el clima. Por ejemplo, las sequías tienen impactos muy fuertes y no solo en las personas que dependen los cultivos, sino también en los precios de los productos en las tiendas.

¿Qué se ha hecho a nivel internacional para detener el cambio climático?

Hay un acuerdo internacional que se firmó en París, Francia, el año pasado, para reducir las emisiones de contaminantes y de ayudar países en desarrollo para adaptarse al cambio climático. También hay algunos convenios binacionales que ayudan a las naciones más pobres a responder al clima. Pero necesitamos mucho más.

¿Cuánto se avanzado en esas políticas?

Es un poco pesimista, pero se ha avanzado más cuando hay desastres naturales y más personas con poder que han experimentado los impactos del cambio climático. Está, por ejemplo, el caso del huracán Katrina, en Estados Unidos; antes de esto el gobierno no tenía mucho interés en la experiencia de los pobres con huracanes. Después es una prioridad política. Es muy triste que necesitemos catástrofes para convencernos de que tenemos que actuar.

¿Cuáles son los principales obstáculos?

En Estados Unidos, por ejemplo, el poder de las compañías de carbón y petróleo tienen mucha fuerza política, la población también tiene otras prioridades en su vida y el cambio climático parece que será en el futuro y por ello no es prioridad ahora. Es difícil, porque reducir el uso de energía fósil es cambiar toda la vida, porque tenemos autos y tenemos mucha infraestructura que depende de carbón y petróleo.