A 20 años, acuerdos de paz son poco conocidos

Tras un proceso que duró 13 años, el 29 de diciembre de 1996 se firmó el Acuerdo de Paz Firme y Duradera, último de una lista de 12 acuerdos suscritos entre el Gobierno y la guerrilla, pero algunos de ellos suscritos también por sectores de la sociedad civil. Sin embargo, 20 años después, el contenido de estos documentos sigue siendo desconocido para la mayoría de la población.

Aunque no ha encuestas recientes, las realizadas hace una década ya mostraban el poco conocimiento e interés que despertaban entre la población. Desde entonces, ese desconocimiento solo puede haber aumentado, tomando en cuenta que no ha existido difusión y los jóvenes menores de 30 años desconocen mucho, incluso de la guerra que se libró en el país entre 1960 y 1996.

Entre los años 1980-1982 el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) intenta declarar territorio libre la región norte de Huehuetenango y Quiché, lo que provoca la reacción del Ejército, entonces bajo el mando de Benedicto Lucas García, quien anuncia una ofensiva final para terminar con la insurgencia.

La organización rebelde recibe golpes y no logra su objetivo principal. En marzo de 1982 el general Efraín Ríos Montt se hace de la Presidencia por medio de un golpe de Estado, y lanza un programa contrainsurgente llamado Fusiles y Frijoles (FF), que nuevamente afecta a la guerrilla por medio de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), con lo que se debilita también la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA).

Con operativos urbanos se golpea a las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), y al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). Estos grupos, debilitados militarmente, deciden integrarse en febrero de 1982, en la llamada Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), que será su plataforma de negociación más adelante.

La prensa identifica a Centroamérica como el polvorín de América, por el brote constante de conflictos armados: Sandinistas y Contras en Nicaragua y operaciones en Honduras, guerras internas en El Salvador y Guatemala. Es entonces cuando se habla por primera vez sobre la necesidad de impulsar la pacificación de la región, dentro del llamado Grupo Contadora —Panamá, México, Colombia y Venezuela—, que pretende impulsar procesos de negociaciones. El turno de Guatemala debió esperar hasta el retorno de los gobiernos civiles, en 1986.

Proceso arranca

Los militares aceptaron entregar el poder a manos civiles, y Vinicio Cerezo se convierte en el primer presidente de la era democrática. Aun así, detrás de él sigue  fuerte el control militar y no se le concede mucho espacio para dialogar o negociar con la guerrilla, a la que el Ejército percibe militarmente derrotada.

Sin embargo, él impulsa los acuerdos Esquipulas I (mayo 1986) y II (agosto 1987), que sientan en realidad las bases para iniciar los procesos de paz en Centroamérica, aunque en Guatemala no se inician durante su administración.

Por las presiones de los militares, las conversaciones de paz no se abren, pero Cerezo, en una visita a Madrid, sostiene una reunión con la cúpula de la URNG, sin ningún tipo de acuerdo, pero que constituye el primer encuentro entre guerrilleros, Gobierno y Ejército de Guatemala.

Ese encuentro es organizado por el entonces embajador de Guatemala en Madrid, Danilo Barillas, quien posteriormente fue asesinado en la capital guatemalteca (agosto de 1989).

El mundo aún vivía bajo la llamada Guerra Fría, un factor que, sumado al rechazo de los militares a negociar la paz, provoca que Cerezo deba navegar entre aguas agitadas y superar dos intentos de golpe de Estado entre 1988 y 1989. Pero los pasos hacia la paz se van sumando paulatinamente.

En septiembre de 1987 se crea la Comisión Nacional de Reconciliación (CNR), integrada inicialmente por el vicepresidente Roberto Carpio Nicolle, monseñor Rodolfo Quezada Toruño, Jorge Serrano, Teresa Bolaño de Zarco, y como suplentes destacaban monseñor Juan Gerardi, y el coronel Francisco Luis Gordillo. Esta Comisión será la encargada de abrir la brecha para las negociaciones de paz.

En efecto, en mazo de 1990, aún bajo la administración de Cerezo, se reúnen en Oslo delegaciones de la CNR y la URNG, un encuentro que establece las bases para futuras reuniones y el inicio formal de las negociaciones por medio del Acuerdo de Oslo.

Ha caído ya la llamada Cortina de Hierro, y el comunismo en Europa y la URSS, por lo que termina también la Guerra Fría, y con ello se allana el camino de las negociaciones de paz en Centroamérica. LA CNR avanza en la organización de reuniones y las rondas principian en 1991, todas concluyen con acuerdos importantes de la siguiente manera:

1.- Acuerdo sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos: Se firma el 25 de julio de 1991 en Querétaro México. Se establecen por primera vez principios democráticos que deben prevalecer. Es el acuerdo marco para los siguientes.

Serrano, impulsador de las negociaciones, está, sin embargo, más afanado en hacerse del poder total en el país e intenta un autogolpe de Estado en mayo de 1993, lo que retrasa, sin duda, las negociaciones. Se había creado una Comisión de la Paz, encabezada por Manuel Conde, quien es sustituido por Héctor Rosada ya bajo la administración del presidente Ramiro de León Carpio. A partir de ese cambio se agilizan los encuentros y firmas de acuerdos.

2.- Acuerdo global sobre derechos humanos: En la ciudad de México se firma el segundo acuerdo el 29 de marzo de 1994. Muchos de sus puntos fueron incluidos en el acuerdo definitivo de paz años más tarde.

3.- Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado: De nuevo es Oslo sede de un encuentro de paz y se firma el 17 de junio de 1994.

4.- Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico: Sigue siendo la capital noruega el centro de las negociaciones. Se firma el 23 de junio de 1994. 

5.- Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas: Esta vez se dialoga en México y el documento se firma el 31 de marzo de 1995. Es el cuarto y último acuerdo que se firma bajo la administración de de León Carpio, pero ya el proceso de paz está encarrilado y la URNG muestra su disposición de continuar avanzando y concluir en plazo corto.

En enero de 1996, llega a la presidencia Álvaro Arzú, y nombra como negociador de paz a Gustavo Porras. Se suceden los encuentros y la firma de acuerdos así:

6.- Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria: En México, el 6 de mayo de 1996.

7.- Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil y función del Ejército en la democracia: También en México, el 19 de septiembre de 1996. Las partes se muestran de acuerdo en llegar a un conveniodefinitivo ese mismo año.

8.- Acuerdo sobre cese al fuego: En noruega, el 4 de diciembre de 1996.

9.- Acuerdo de reformas constitucionales y régimen electoral: Estocolmo, 7 de diciembre de 1996.

10.- Acuerdo para incorporación de la URNG a la legalidad: Madrid, 12 de diciembre.

11.- Acuerdo de cronograma para verificación de los Acuerdos de Paz: 29 de diciembre, en Guatemala.

12: Acuerdo de Paz Firme y Duradera: En Guatemala, el 29 de diciembre de 1996. Termina la guerra.

A diferencia de lo sucedido en Colombia recientemente, el gobierno del presidente Arzú no sometió el acuerdo definitivo a la aprobación de la población y no hubo obstáculo para que la URNG se sumara a la vida política nacional. Sin embargo, cuando el mandatario intentó hacer reformas constitucionales en la línea de los Acuerdos de Paz, perdió la consulta popular.