La Policía de Nicaragua detuvo entre este sábado y domingo a otros cinco opositores a pesar de los llamados de la comunidad internacional al presidente Daniel Ortega a liberar a otros cuatro opositores y precandidatos de las elecciones presidenciales previstas para el próximo 7 de noviembre arrestados por distintos motivos en las últimas semanas.
- Los detenidos son la presidente del partido Unión Democrática Renovadora (Unamos), Suyen Barahona,
- el vicepresidente, Hugo Torres, y los integrantes Tamara Dávila, Dora María Téllez y Ana Margarita Vijil, según indica ‘La Prensa’.
La Policía indicó en un comunicado que están siendo investigados por «menoscabar la independencia, la soberanía y la autodeterminación» e «incitar a la injerencia extranjera».
Reacción comunidad internacional
Ante este nuevo hilo de detenciones, la comunidad internacional ha vuelto a reaccionar. La subsecretaria interina para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Julie Chung, señaló que estas detenciones «arbitrarias» demuestran como «la campaña de terror de Ortega-Murillo continúa» así como ha instado a la Organización de Estados Americanos (OEA) ha enviar una señal clara. «La región no puede quedarse quieta y esperar a ver quién sigue», zanjó.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, condenó estos arrestos y exigió la liberación de los opositores. «Otra prueba más de la verdadera naturaleza de la dictadura de Ortega», apuntó en la misma red social.
Detenciones
En la última semana las autoridades nicaragüenses han detenido por distintos motivos a cuatro precandidatos opositores a la Presidencia. La primera fue Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien cumple arresto domiciliario mientras es investigada por un supuesto delito de blanqueo de capitales, y después llegó Arturo Cruz, por «atentado contra la sociedad y los derechos del pueblo».
Este lunes fueron detenidos Juan Sebastián Chamorro, sobrino de la citada expresidenta, para ser investigado por «realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación» e «incitar a la injerencia extranjera», así como Félix Madariaga poco después de que compareciera ante la Fiscalía como parte de una investigación en su contra «por actos que menoscaban la independencia del pueblo».
El Gobierno de Nicaragua ha venido recrudeciendo en los últimos días su represión política con la vista puesta en las elecciones del 7 de noviembre. En 2018, ante las protestas masivas que estallaron contra Ortega, el Ejecutivo respondió con una fuerte represión que se saldó con más de 300 muertos y cientos de detenidos.