El exagente de la Policía de Mineápolis Derek Chauvin, de 45 años, fue declarado este martes culpable de todos los cargos por asesinato de los que había sido acusado por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd (46), tras 10 horas de deliberación del jurado del tribunal del condado de Hennepin, en Minesota.
La tragedia, ocurrida plena luz del día y grabada en video por los transeúntes, dio la vuelta al planeta y provocó una movilización global contra el racismo, lo que ha hecho de esto algo más que un juicio a un hombre y algo más que un veredicto. La tensión y las protestas en las calles ha marcado este proceso que ha tenido a Estados Unidos en vilo. Para muchos activistas, podía convertirse en un punto de inflexión en la larga historia de brutalidad policial contra los afrodescendientes.
En solo 10 horas
Los 12 integrantes del jurado popular, formado por siete mujeres y cinco hombres de diferentes razas, señalaron, unánimemente, tras solamente 10 horas de deliberación, que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, de asesinato en tercer grado y de homicidio en segundo grado por la muerte de Floyd en mayo de 2020, cuando presionó con su rodilla el cuello de la víctima durante más de nueve minutos.
La dureza de las imágenes, los nueve minutos de agonía de Floyd bajo la rodilla de un agente impasible, desempeñaron un papel capital en este proceso y en el estupor global generado.
Tras escuchar el veredicto de culpabilidad, Chauvin salió esposado de la corte.
Sentencia
La condena por homicidio involuntario en segundo grado es una pena de prisión de no más de 40 años, mientras que la de asesinato en tercer grado le puede suponer otros 25 años como máximo entre rejas. La sentencia por homicidio en segundo grado no supera los 10 años y una multa económica de 20,000 dólares.
Sus dos compañeros también aguardan juicio, aunque por delitos menores.
La sentencia de Chauvin, ahora en manos del juez Peter Cahill, puede tardar, por lo tanto, semanas o meses en conocerse. Todos fueros despedidos del cuerpo tras el incidente.
Reacciones
Tras anunciarse la culpabilidad de Chauvin, se escucharon en la ciudad de Mineápolis reacciones de júbilo, con sonidos de bocinas, gritos de “justicia” y aplausos. Las más de 600 personas congregadas enfrente de la sede del juzgado, que siguieron la retransmisión en directo en sus teléfonos celulares, se abrazaron y saltaron de alegría con cada cargo anunciado.
«Esto no es una celebración, es solo el primer paso. ¡Esto es una revolución», gritó uno de los manifestantes con un megáfono, con el puño levantado. Y es que el ‘caso Floyd’ despertó la mayor ola de protestas contra el racismo en Estados Unidos desde el asesinato de Martin Luther King y provocó una verdadera catarsis nacional.
Empresas e instituciones, hasta el propio Pentágono, hicieron un nuevo examen de conciencia sobre la carga racial de sus símbolos y la glorificación de los emblemas de la América confederada y esclavista.