Son Allan Rodríguez, Gendri Reyes, Edmundo Lemus y Miguel Martínez; el sábado vuelve ‘la Plaza’ a protestar
El presidente Alejandro Giammattei ha ignorado la crisis política por la que atraviesa en sus mensajes, mientras tres altos funcionarios de su Gobierno siguen bajo los señalamientos públicos y se pide su destitución o renuncia, a pocos días de una nueva manifestación en la Plaza el próximo sábado.
El mas criticado en este momento es el ministro de Gobernación, Gendri Reyes, un oscuro personaje que el mandatario desempolvó para nombrarlo a uno de los cargos más importantes dentro de su gabinete de ministros. Sobre él, cae la responsabilidad de los abusos cometidos por la Policía Nacional, a la vez que cobra fuerza la teoría de que el incendio y actos vandálicos contra el Congreso fueron provocados por elementos infiltrados, posiblemente de las propias fuerzas de seguridad.
Varias bancadas del Congreso exigen ya su salida del gabinete ministerial, aunque Giammattei insiste en no abordar siquiera el tema de las protestas y sus consecuencias, mucho menos a reconocer hubo exceso de fuerza de parte de la PNC.
Mientras parece fallido el intento del mandatario para utilizar los cambios en el presupuesto para calmar los ánimos, se mantiene la presión pública para que se remueva al ministro de Comunicaciones, Josué Edmundo Lemus, por los múltiples hechos de corrupción que se han dado en su cartera, y al Director del Centro de Gobierno, Miguel Martínez, por considerar que llegó al cargo solamente por su relación peronal con el presidente y no por capacidad. Además se insiste en que su dependencia es onerosa y duplica los esfuerzos de los ministerios e instituciones.
El vicepresidente Guillermo Castillo ha pedido la destitución de ambos, aunque el mandatario no ha tomado su punto de vista, por más que lo ha tenido que hacer de manera pública, ante la postura de Giammattei.
El cuarto personaje que ha ganado el rechazo de la ciudadanía es el presidente del Congreso, Allan Rodríguez, considerado responsable principal de la aprobación del Presupuesto de la Nación, pero también de todas las acciones que lleva a cabo la alianza oficialista en el Legislativo.
Las protestas continuarán
Aunque ninguna organización tiene la exclusividad de convocar para una nueva manifestación, en las redes sociales se multiplican los llamados ciudadanos para invitar a una nueva jornada de protestas este sábado. En el Gobierno y el Congreso se piensa que una vez detenida la aprobación anómala y oscura del Presupuesto de la Nación terminará el malestar ciudadano, aunque en la primera manifestación el pasado sábado quedó claro que la razón del malestar es por el cúmulo de acciones vinculadas a corrupción e impunidad.
Para la pasada jornada de manifestaciones, el Corte de Constitucionalidad había ordenado a las fuerzas de seguridad que garantizaran que las mismas pudieran realizarse de manera pacífica. La respuesta fue la represión policíaca, que dejó a cerca de 40 personas detenidas, varias golpeadas –dos hombres perdieron un ojo por la brutalidad policíaca– y daños al edificio del Congreso.
Esta vez el presidente tendrá doble responsabilidad si antes no procede a destituir al ministro de Gobernación.
Organismos de derechos humanos, internos e internacionales, han criticado el uso de la fuerza por parte de la PNC y hacen llamados al Gobierno para que no se produzcan más acciones de este tipo.
La credibilidad del MP en juego
Si bien la fiscal General, Consuelo Porras, ya no goza de credibilidad ante la ciudadanía, es critico su papel en este momento, tomando en cuenta que se espera que la investigación que realiza sobre los hechos del sábado, señalen con claridad a los responsables, aunque estos sean altos funcionarios, como el presidente del Congreso y el ministro de Gobernación, lo que parece poco probable.
Según analistas sobre temas políticos, Porras podría ser la siguiente funcionaria que caería en la mira ciudadana para exigir su renuncia.