El número de muertos por violentas protestas de maestros en el sur de México contra una reforma educativa se elevó a ocho, entre ellos un periodista, informaron el lunes las autoridades, en uno de los peores incidentes de este tipo durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Seis personas murieron el domingo en Nochixtlán, en el sureño estado Oaxaca, y decenas quedaron heridas en medio de enfrentamientos entre manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y policías federales y estatales, que dejaron enormes barricadas con fuego, autos incendiados y daños a comercios.
Estos cuerpos de policía informaron el lunes que otras dos personas, incluyendo un reportero, murieron baleados en Juchitán, otra localidad donde el fin de semana se registraron bloqueos y manifestaciones en Oaxaca, uno de los estados más pobres de México y con mayoría de población indígena.
La CNTE, que escaló sus protestas después de que su líder fue encarcelado hace unos días, responsabiliza a la policía de dispararles a los manifestantes, mientras las autoridades dicen que fueron grupos infiltrados los que desataron la violencia.
El jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo, aseguró el lunes que sus funcionarios no iban armados y que no dispararon.
La educativa es una de reformas que impulsó Peña desde el inicio de su administración en 2012, pero de las más difíciles de implementar en gran medida por la corrupción reinante en los sindicatos, que según analistas fue alimentada por los gobiernos en distintas etapas.
En 2013, la líder de la SNTE Elba Ester Gordillo, que perteneció al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue encarcelada tras oponerse a la reforma, bajo acusaciones de desvío de fondos públicos.
Y en los últimos días tres líderes de la CNTE también fueron enviados a prisión bajo cargos similares.
*Con información de SWI México