2017:Año complicado para Latinoamérica

En el próximo 2017 habrá elecciones presidenciales en Chile, Ecuador, Honduras y Haití; Venezuela seguirá sumida en su profunda crisis político-económica y; en Estados Unidos Donald Trump llegará a la Casa Blanca y podría alejar más a Washington de Latinoamérica. Seguramente habrá muchas noticias en la región.

El año principia interesante, con el arranque de la campaña electoral ecuatoriana, en donde la nota destacada es la ausencia de Rafael Correa como candidato. En su lugar estará el oficialista Lenín Moreno, quien aparece favorito en todas las encuestas, con una intensión de voto entre 25 y 32%. Además, cuenta con el aparato de medios oficiales u oficialistas, los mismos que han permitido al presidente saliente mantener el poder de manera dictatorial desde 2007.

Las elecciones están previstas para el 19 de febrero, y aun ganando el oficialismo, se verá un debilitamiento del bloque socialista en la región. En las elecciones del 19 de noviembre y 17 de diciembre próximos, la misma suerte podría correr Chile, que verá la salida en 2018 de Michelle Bachelet.

Por su parte, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, continuará con su lucha contra la oposición para evitar que se produzca el referéndum revocatorio solicitado. Con esta posición, que en nada a cambiado a pesar de la intervención del papa Francisco con el Vaticano como mediador, no cabe más que esperar la prolongación de una crisis que agobia al pueblo, sumido en la escasez de productos y sin una solución política a la vista.

Esto ha llevado al bloque del Mercosur ha promover el aislamiento de Venezuela en la parte comercial sudamericana.

Brasil, en tanto, seguirá su proceso de transición, lo que tampoco augura estabilidad y recuperación fuerte de su economía. Según el Banco Mundial, la economía global de la región tendrá un modesto crecimiento de 2.6%, insuficiente para crear optimismo.

La atención global de la región se centrará en Washington a partir del 20 de febrero, cuando asuma la presidencia de Estados Unidos Donald Trump, quien no luce como gran amigo de Latinoamérica. Los primeros países que sentirán los efectos de un cambio en la Casa Blanca serán México, y los países centroamericanos y del Caribe, por las políticas migratorias que se podrían adoptar muy pronto.

Los analistas en la capital estadounidense advierten que Trump no podrá impulsar todos los cambios y políticas hacia la región, porque distanciarse más abriría posibilidades para que China aumente su presencia en Latinoamérica. Al finalizar el 2017 se conocerá como la región enfrentó todos los desafíos que tiene por delante.